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juan carlos barrena
Berlín
Viernes, 21 de agosto 2020, 14:54
Un avión alemán dotado de una unidad de cuidados intensivos se encuentra desde esta mañana en la ciudad rusa de Omsk listo para trasladar a Berlín al disidente Alexei Navalni, que este jueves fue ingresado en un hospital local con síntomas de envenenamiento y se ... encuentra en coma. El gobierno federal alemán exige que el opositor de 44 años reciba la mejor atención médica posible. «La prioridad más importante, naturalmente, es salvar la vida del señor Nawalny y que pueda sanar», dijo hoy Steffen Seibert, portavoz oficial de la canciller alemana, Angela Merkel. Ya este jueves la propia Merkel había ofrecido que el disidente ruso recinba tratamiento en Alemania. El Hospital Universitario de Berlín, la llamada «Charité», se encuentra preparada para atender inmediatamente a Nawalny si finalmente se autoriza su traslado. Seibert subrayó que existe la grave sospecha de que Alexei Nawalny fue envenenado. «La circunstancias del caso deben ser aclaradas completamente y de manera transparente», demandó Seibert, quien aseguró que el gobierno federal sigue con mucha atención el trato que las autoridades dan a las fuerzas opositoras.
Mientras los médicos que atienden a Navalni en Omsk han hecho ya varias declaraciones contradictorias sobre las causas del mal que afecta al opositor y aseguran que su estado no permite su traslado, la familia y amigos del crítico con el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, sospechan que no se trata más que de maniobras para impedir su salida del país y que pueda ser tratado adecuadamente en un hospital extranjero. Gyde Jensen, portavoz de la comisión de Exteriores del Bundestag, el parlamento federal, señaló que «resulta al menos muy realista pensar que a la hora de impedir la salida de Nawalny existan no solo motivos médicos» y añadió que el gobierno federal debe «a nivel diplomático insistir en la oferta de la 'Charité' en Berlín para demostrar al Kremlin que Alemania sigue los acontecimientos con atención».
Más información:
Rafael M. Mañueco
El aparato que ha acudido a recoger a Navalni por deseo expreso de su familia partió la pasada madrugada desde el aeropuerto alemán de Nuremberg. Los costes del traslado han sido abonados por seguidores de Navalni en Alemania, según el productor cinematográfico ruso Jaka Bizili, fundador de la iniciativa «Cinema for Peace». Hace dos años el mismo grupo de altruistas organizó el traslado de Moscú a Berlín tras ser igualmente envenenado del activista Piotr Wesilow, miembro del polémico grupo punk «Pussy Riot», muy crítico con la política de Putin. A bordo del aparato que ha viajado a Omsk se encuentra un equipo de médicos alemanes, listo para preparar el traslado del disidente y atenderle durante el vuelo a Berlín.
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