Rusia abate a dos presos del Estado Islámico que tomaron como rehenes a sus guardianes

Seis terroristas vinculados al Estado Islámico, que tomaron como rehenes a dos carceleros en el centro de detención preventiva de la ciudad de Rostov del Don con la intención de fugarse, fueron aniquilados por las fuerzas especiales rusas. El Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN en su siglas en ruso) acaba de distribuir una nota asegurando que «durante la operación especial para liberar a los rehenes en el centro de detención preventiva número 1 del Servicio Penitenciario Federal de Rusia en la región de Rostov, los delincuentes fueron eliminados, los empleados que estaban retenidos como rehenes fueron liberados y no resultaron heridos».

El FSIN había informado antes por la mañana que en esa prisión varios reclusos, haciendo uso de armas blancas, tomaron como rehenes a dos empleados del centro penitenciario y exigieron para su liberación permitirles salir al exterior y un vehículo para poder huir. Inmediatamente después, se personaron en el penal los jefes del FSIN local e iniciaron conversaciones con los secuestradores. Aseguraron que «la institución funciona con normalidad, la situación está controlada», ya que en el resto de las celdas los internos no mostraron ningún signo de violencia. Se precisó que las dos personas apresadas eran un «oficial de operaciones» y un «inspector-supervisor».

En un primer momento se dijo que los terroristas, además de cuchillos, portaban las armas de fuego que consiguieron supuestamente arrebatar a los carceleros. Pero en el vídeo que ellos mismos filmaron y enviaron a las redes sociales sólo se ven armas blancas. Fuentes consultadas por el diario ruso 'Védomosti' afirmaron que los autores del secuestro estaban allí acusados de delitos de terrorismo en relación directa con el grupo Estado Islámico. El canal de Telegram Baza sostiene que fueron encarcelados el pasado mes de diciembre por preparar un ataque, planificado por el ISIS, contra la sede del Tribunal Supremo en la república norcaucásica rusa de Karacháyevo Cherkessia, de mayoría musulmana.

El atentado que costó la vida a 145 personas en el Crocus City Hall de Moscú, el pasado 22 de marzo, fue reivindicado por el Daesh, grupo que también se responsabilizó del ataque contra un puesto de control de la Policía en Karacháyevo Cherkessia el pasado 29 de abril con un balance de dos agentes muertos y cuatro heridos. Una semana antes, el 22 de abril, en la misma república, en la ciudad de Karachaevsk, hombres armados atacaron igualmente a las fuerzas de seguridad rusas, dando muerte a dos policías. Tras hacerse con sus armas, huyeron del lugar.

El 11 de abril, en la vecina república de Kabardino-Balkaria, también de mayoría musulmana, fuerzas especiales de la Policía rusa llevaron a cabo un operativo durante el que fueron aniquilados dos terroristas que se habían atrincherado en un complejo agrario y que, según el Comité Nacional Antiterrorista (NAK en sus siglas en ruso), estaban «planificando atentados terroristas y sabotajes».

Además, el 31 de marzo, en la república norcaucásica rusa de Daguestán, también de mayoría musulmana, en su capital Majachkalá y en la localidad de Kaspiisk, tuvo que ser declarado el régimen de operación antiterrorista. Terminó con la detención de cuatro personas de procedencia centroasiática. Según el NAK, «ayudaron de forma directa a los terroristas del Crocus City Hall».

A comienzos de marzo, en la república de Ingushetia, también situada en el Cáucaso Norte, unidades del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) cercaron a seis hombres armados en el cuarto piso de un edificio de viviendas en la localidad de Karabulak. Los presuntos terroristas perecieron en el tiroteo. El NAK señaló que todos ellos habían jurado lealtad al Daesh, concretamente, según la BBC, formaban parte del llamado Vilayat Jorasán, rama afgana del ISIS, relacionada con la matanza en el Crocus City Hall.

• Temas
• Moscu
• Rusia