Bruselas plantea aire acondicionado a 25 grados y calefacción a 19 para ahorrar gas

La iniciativa, que se presentará formalmente el próximo miércoles en Bruselas, prevé ayudas para parar la industria y medidas para los hogares, y apuesta por la energía nuclear y las renovables. Las propuestas europeas giran sobre la idea que ya planteó el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, este pasado marzo, cuando pidió a los europeos que bajaran la calefacción. «Corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania», reclamó durante una comparecencia ante el Parlamento Europeo.

El aumento de la eficiencia energética es uno de los pilares sobre los que se sostiene el plan REPowerEU, cuyo objetivo es reducir la dependencia energética europea. La Unión importa el 90% del gas que consume y el 40% proviene de Moscú. Sin embargo, los Veintisiete esperan reducir en dos tercios su dependencia para final de este mismo año, a través de la importación de gas natural licuado (GNL) de países como Estados Unidos y del impulso de las renovables. Esta es la gran baza europea a largo plazo.

A corto y medio plazo, sin embargo, el ahorro de energía es fundamental y Bruselas plantea comenzar ya, prohibiendo que el termostato de los edificios públicos o centros comerciales baje de 25 grados este verano. Incluye también la posible subasta de capacidades de gas para que la industria reduzca temporalmente su producción, en lo que sería el paso previo a declarar una situación de emergencia energética. Actualmente, un corte por parte de Rusia dejaría las reservas de almacenamiento europeas al 65% de su capacidad, lejos del objetivo del 80% marcado para el inicio del invierno.

Alemania ha sido el primer Estado miembro en preparar un plan de emergencia de este tipo. Con una caída del suministro del 60% y la amenaza de nuevos cortes del gasoducto Nord Stream I, Berlín activó en junio la segunda fase de su plan de emergencia nacional. El país se encuentra en «alarma» energética y el Gobierno alemán ha elevado la vigilancia del consumo. En la tercera fase, se plantea racionar el gas, dando prioridad a la actividad de ciertos sectores industriales sobre otros.

La instrucción de Bruselas se dio a conocer unas horas después de la reunión que mantuvieron ayer en Madrid el Ministerio para la Transición Ecológica, las compañías energéticas y los agentes sociales para definir el plan de contingencia con el que se prevé hacer frente a un complejo fin de año, en el que las interrupciones de suministro, sobre todo gas, pueden ser posibles.

Diversas fuentes presentes en esa reunión, informa José María Camarero, explicaron a este diario que ese programa de actuación pasará por proponer medidas de ahorro y eficiencia energética, acelerar al máximo la sustitución del gas a través de la electrificación y la solidaridad con otros países europeos, donde los cortes pueden ser mucho más dañinos que para España al depender de forma directa de Rusia.

Las empresas socias de Aelec (la organización que engloba a Endesa, Iberdrola y EDP) también aportaron iniciativas de ahorro y recordaron a la ministra, Teresa Ribera, las inversiones realizadas en descarbonización, que «permiten avanzar en la independencia energética».