Laurent Nuñez, de origen español, nuevo prefecto de la policía de París

Antes de ser nombrado prefecto de policía de París, fue prefecto de policía de Bocas del Ródano (2015-2017), secretario de Estado de Interior (2018-2020) y desde julio de 2020 era Coordinador Nacional de Inteligencia y de Lucha contra el Terrorismo. Nuñez es «un hombre de experiencia que conoce perfectamente la prefectura de policía», ha escrito en Twitter Gérald Darmanin, ministro de Interior, tras su nombramiento.

El nuevo prefecto de policía de París tendrá ante sí una dura tarea, desde coordinar la respuesta policial a las manifestaciones previstas este otoño hasta garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de París de 2024, pasando por la lucha contra el terrorismo.

Nuñez, de 58 años, sustituirá en el puesto al controvertido Didier Lallement, que se jubila. Lallement, de 65 años, fue nombrado en marzo 2019 en plena crisis de los chalecos amarillos, el movimiento popular que, con sus protestas en las calles, muchas de ellas violentas, puso en jaque la presidencia de Macron.

El ministro de Interior rindió homenaje en Twitter a Lallement «por su acción, en condiciones difíciles, en un contexto de amenaza terrorista importante».

En los tres años que ha estado al frente de la prefectura de policía de París, Lallement ha protagonizado innumerables polémicas. Ha sido muy criticado por la brutalidad policial en las protestas de los chalecos amarillos, que acabaron con varios manifestantes tuertos por las balas de goma lanzadas por los agentes.

En abril de 2020 generaron polémica sus declaraciones, en plena pandemia de Covid-19, afirmando que «aquellos que están hospitalizados, que se encuentran en las UCI, son los que al principio del confinamiento no lo respetaron». Y mantuvo un pulso con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, por la lucha en la capital francesa contra el tráfico de crack.

Lallement dice que se va «con el orgullo del deber cumplido», pese la «herida del fracaso del State de France». El exprefecto se refería a su fracaso en la gestión el pasado mayo de la final de la Champions, muy criticada en Francia y en el extranjero.

Las imágenes del caos alrededor del Stade de France en Saint-Denis, con robos y agresiones a los aficionados ingleses y españoles que acudieron a ver el partido, provocaron un escándalo internacional, dañaron la imagen de Francia como organizador de grandes eventos deportivos y acabaron costándole el puesto a Lallement.