El barco de Open Arms asiste a un grupo de inmigrantes. AFP

Italia inmoviliza durante 20 días el barco de Open Arms

Las autoridades de Roma acusan a los responsables del buque de la ONG española, que podrían ser multados con hasta 10.000 euros, de obstaculizar un rescate de los guardacostas libios

Darío Menor

Corresponsal. Roma

Domingo, 21 de enero 2024, 15:20

La nave de la ONG española Open Arms se encuentra inmovilizada desde la noche del sábado en el puerto de Crotone, en la región meridional italiana de Calabria. Tras desembarcar a 57 inmigrantes a los que había socorrido en aguas internacionales en el Mediterráneo Central, ... varios agentes de la Policía, la Guardia Costera y de la Guardia de Finanzas de Italia subieron a bordo del buque para anunciar que este se va a pasar al menos 20 días inmovilizado, mientras que sus responsables podrían ser multados con una sanción de hasta 10.000 euros.

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Se les acusa de obstaculizar a una patrullera de la Guardia Costera libia durante el salvamento de una embarcación que llevaba a bordo a 45 migrantes, desatendiendo además las indicaciones del Centro de Coordinación del Socorro Marítimo de Italia. Los 45 migrantes fueron en cualquier caso recogidos por los efectivos libios, que los llevaron al país norteafricano, donde suele internarse a los extranjeros en centros donde se cometen todo tipo de violaciones de los derechos humanos, según ha denunciado repetidas veces Naciones Unidas.

El director de Open Arms, Óscar Camps, consideró «completamente injustificado» el embargo administrativo al que se ve sometido el barco, al que ya en el pasado se le aplicaron medidas similares. «Los 3 rescates realizados en aguas internacionales fueron coordinados por las autoridades italianas y respetadas todas las indicaciones recibidas del Centro de Coordinación del Socorro Marítimo de Italia», señaló. En opinión de Camps, «el Estado de Derecho ha sido suspendido en el mar y los barcos humanitarios operamos sin una referencia legislativa clara, por lo que es imposible garantizar la seguridad y los derechos de aquellas personas que intentan cruzar el mar en situación de vulnerabilidad».

Aplicación del 'código de conducta'

Al buque humanitario español se le ha aplicado el último decreto en esta materia aprobado por el Gobierno conservador italiano, liderado por Giorgia Meloni. Este polémico 'código de conducta' que entró en vigor el año pasado parte del supuesto, negado por los expertos, de que la presencia de los barcos de las ONG en el Canal de Sicilia supondría un incentivo para que los migrantes zarparan desde las costas del norte de África hacia Europa. Además de multas de hasta 50.000 euros y confiscación de las naves, el decreto prevé que las organizaciones humanitarias desembarquen inmediatamente a los migrantes tras realizar un salvamento, lo que impide realizar más de una operación seguida.

Las autoridades italianas indicaron inicialmente que el barco de Open Arms tenía que dirigirse hasta Brindisi, al sur del mar Adriático, pero debido a las malas condiciones del mar, con olas de hasta cuatro metros de altura, finalmente accedieron a que desembarcara a los 57 inmigrantes que llevaba a bordo en un puerto más cercano, el de Crotone, donde se procedió a su inmovilización.

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