Francia y Reino Unido refuerzan la lucha contra la inmigración irregular en el Canal de la Mancha

El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, y su homóloga británica, Suella Braverman, se comprometieron a intensificar la cooperación entre sus dos países «con el fin de hacer inviable la ruta de las embarcaciones precarias, salvar vidas, desmantelar los grupos criminales e impedir y disuadir la inmigración irregular».

«No existe una solución rápida, pero este nuevo acuerdo va a permitir aumentar de manera significativa el número de gendarmes franceses patrullando las playas del norte de Francia y garantizar que policías británicos trabajen codo con codo (con sus colegas franceses) para frenar a los traficantes de personas», explicó Braverman tras la firma del acuerdo. «Solo trabajando juntos podremos esperar resolver este problema complejo», añadió la responsable británica de la cartera de Interior.

En función de este acuerdo, por primera vez, habrá «observadores» embarcados en barcos patrullas del otro país, «sin que esto atente a la soberanía» de cada nación, explicaron los dos gobiernos en un comunicado conjunto. París y Londres también se comprometieron a destinar «más recursos tecnológicos y humanos, especialmente consagrados a la vigilancia, la detención y la intercepción de intentos de cruzar ilegalmente la frontera».

Reino Unido aceptó pagar a Francia 72,2 millones de euros para ayudarle a frenar el cruce de inmigrantes indocumentados en embarcaciones precarias a través del Canal de la Mancha. Francia se comprometió, por su parte, a incrementar un 40% en los próximos cinco meses el número de miembros de las fuerzas de seguridad que patrullan las playas francesas.

Londres acusa con frecuencia a París de no hacer lo suficiente para frenar la inmigración ilegal del Canal de la Mancha, mientras que el Gobierno francés considera que la legislación laboral británica es un imán para la inmigración ilegal. Muchos inmigrantes están dispuestos a arriesgar sus vidas cruzando el peligroso Canal de la Mancha en una embarcación precaria porque piensan que en el Reino Unido es más fácil conseguir un empleo sin papeles que en Francia.