La Fiscalía Federal alemana investiga el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2

La decisión conlleva que agentes de la Policía Federal y la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) se hagan cargo de la investigación y se sumen a un grupo internacional que pretende esclarecer el espectacular caso. Ya el pasado viernes un buque especial del Bundeswehr, el ejército federal, partió hacia los lugares en el mar donde se produjeron los presuntos sabotajes para recabar pruebas con ayuda del submarino no tripulado 'Sea Cat', un dron acuático militar.

La oficina de la acusación pública en Karlsruhe destacó que existen entre tanto indicios suficientes de que los gasoductos fueron dañados con precisión e intencionadamente con la ayuda de cargas explosivas. Al tratarse de un ataque directo al sistema de abastecimiento energético de Alemania y afectar a la seguridad exterior e interior del país, la intervención de la Fiscalía Federal, la Oficina Federal de Investigación Criminal y la Policía Federal está justificada, señaló el portavoz oficial.

Los ataques contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 se produjeron a una profundidad marina de unos 70 metros. Las primeras investigaciones apuntan a que esos conductos resultaron completamente destruidos en tres puntos distintos, lo que en su momento dio lugar a una fuga masiva de gas al encontrarse completamente llenos, aunque no operativos. Debido a la complejidad de la acción, servicios secretos occidentales consideran que solo un actor estatal cuenta con los medios necesario para realizar un sabotaje de ese tipo. Mientras algunos dirigentes occidentales han acusado directamente a Rusia del atentado, Moscú ha afirmado no tener nada que ver con el asunto.