El arzobispo de Canterbury critica el plan británico de migración

El reverendo objetó las «graves cuestiones éticas» del acuerdo alcanzado con Ruanda, que permitirá al Reino Unido «subcontratar» las responsabilidades de acogida de refugiados. «No puede sostener el peso de nuestra responsabilidad nacional como país formado con valores cristianos, poque subcontratar externamente nuestras responsabilidades, incluso a un país que busca hacer el bien, es lo contrario a la naturaleza de Dios», denunció en la Catedral de Canterbury.

Johnson presentó el jueves la reforma del sistema de inmigración como una acción «moralmente correcta» para contener las oleadas de adultos y menores que arriban a la costa inglesa en botes y fuerabordas. La Marina Real, que ese mismo día tomó el control del Canal de la Mancha, detectó 255 polizones cruzando, en embarcaciones pequeñas, el muy transitado estrecho entre Reino Inido y la Unión Europea, en las 24 horas del sábado 16. Se estima que unas 5.000 personas hicieron la misma travesía en marzo y más de 28.000 a lo largo de 2021.

El Gobierno quiere disuadir a futuros migrantes de emprender esta ruta con medios provistos con frecuencia por las mafias fronterizas. Se arriesgan ahora a concluir la odisea, no en Reino Unido, sino en Ruanda, que procesará sus solicitudes y donde tendrán la opción de «labrarse una vida nueva», según explicó el mandatario conservador. Sin embargo, el plan carece del habitual aval del alto funcionario del ministerio del Interior y fue firmado por la propia ministra. «Creo que no se puede obtener suficiente evidencia para demostrar que la estrategia tendrá un efecto disuasorio a un nivel que asegure la rentabilidad del plan», indicó el oficial Matthew Rycroft en su carta a Patel.

La agencia de refugiados de la ONU condenó los acuerdos para «transferir refugiados y solicitantes de asilo a terceros países», que «desvían responsabilidades, evaden obligaciones internacionales y son contrarias al espíritu y la letra de la Convención de Refugiados». En el mismo sentido se pronunció Alf Dubs, laborista con escaño en los lores y refugiado en su niñez, quien acusó al Gobierno de violar la regla internacional. «Es una forma de deshacerse de personas que al Gobierno no le gusta, aparcándolas en un lejano país africano del que jamás podrán salir», declaró al diario The Guardian