El salvador de los conspiracionistas

Los expertos encuentran también en los afectos a las teorías de la conspiración una fuerte personalidad individualista como la que acompañaba a los solitarios exploradores de la última frontera, los que ponen el cartel de 'No Traspasar' en sus jardines o los que sacan las escopetas en cuanto ven a alguien cruzar su propiedad. A la idiosincrasia del nuevo mundo se le ha sumado el individualismo capitalista del hombre hecho a sí mismo y la pérdida del tejido social de nuestro tiempo.

Sus seguidores son también los que añoran la certidumbre de aquellos 'good old times' (buenos viejos tiempos) que Trump evocaba en su campaña. Los viejos tiempos en los que las mujeres florero reafirman el ego del macho alfa al que nunca ponían en evidencia con respuestas fuera de tono o carreras propias. Los amantes de las armas que salen corriendo a comprar munición a la primera de cambio. Los que ven en la elección de Biden a una 'izquierda radical' que toma el poder robando las elecciones porque Trump les ha convencido de que les quitará las armas, dará viviendas a los negros en sus urbanizaciones ajardinadas y acabará con su 'status quo' a fuerza de regulaciones.

«Si los individualistas sienten que su independencia está amenazada buscan fuerzas oscuras que amenazan con robarles su libertad», explica el psicoanalista Allan Schwartz, autor de «Paranoias y Teorías de la Conspiración». Por eso creen que la simple implementación de una licencia de armas servirá al Gobierno para hacerse con una lista de los propietarios de armas para quitárselas más adelante. «Tienen la siniestra creencia de que el Gobierno es todopoderoso y lo controla todo, siempre a punto de abalanzarse sobre todos nosotros para esclavizarnos».

Para estos, la realidad se ha vuelto todavía más incierta y compleja con los últimos acontecimientos. Trump es su tabla de salvación. Cuanto más se le ataque, más se aferrarán a él, sin importar en qué oculta plataforma tengan que encontrarlo. La supervivencia de Biden y del bipartidismo político dependerá de su capacidad para reconfortar a una sociedad sacudida por la pandemia, el trumpismo y las desigualdes para que no necesiten ningún salvador.