Mercedes Gallego
Nueva York
Viernes, 16 de noviembre 2018, 20:05
Jim Acosta está de vuelta en la sala de prensa de la Casa Blanca con su pase de prensa. Un juez dio este viernes la razón a la CNN en su primera disputa legal con el presidente Donald Trump, aunque la orden es temporal. El ... magistrado Timothy Kelly todavía tiene que decidir sobre la cuestión de fondo: ¿Puede acogerse un periodista a la segunda enmienda constitucional sobre la libertad de expresión para defender su acceso a la Casa Blanca?
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Esa puede ser la pregunta legal, pero la que preocupa a la prensa y a gran parte del país es si el presidente puede expulsar de la Casa Blanca a los periodistas que no le gusten o le hagan preguntas incómodas, «porque si es así al final se quedará solo en la sala de prensa con Fox News», advirtió Jill Wine-Banks, una de las fiscales en el escándalo del Watergate. Ni siquiera Nixon llegó a expulsar a los periodistas de 'The Washington Post', el periódico cuyas investigaciones le costaron la presidencia.
Trump puso en la mira a la CNN desde el principio de su campaña, y en particular al periodista Jim Acosta, que cubre la Casa Blanca, al que negó repetidamente la oportunidad de hacer preguntas con el argumento de que su cadena sólo publica 'fake news'. La semana pasada llevó esa disputa hasta niveles sin precedentes al retirarle el pase permanente que le facilita la entrada a las instalaciones, tras un rifirrafe muy público en la conferencia de prensa. Acosta cuestionó al presidente por calificar la caravana de migrantes de «invasión» y se negó a sentarse cuando éste se lo ordenó, apretando el micrófono con fuerza para seguir haciendo preguntas mientras una becaria forcejeaba con él para arrebatárselo.
Poco después la portavoz Sarah Huckabee facilitó a la prensa un vídeo manipulado que intentaba dar una imagen ligeramente más violenta del periodista, al que acusó de «haberle puesto la mano encima» a la becaria como argumento para retirarle la acreditación. Las imágenes claramente lo desmienten, hasta el punto de que incluso Fox News se ha sumado a la demanda de la CNN, consciente del peligroso precedente que sienta un presidente para quien los medios de comunicación son «el enemigo del pueblo».
Trump aceptó la decisión judicial a regañadientes y advirtió a la prensa que ha instruido a su personal de que «la próxima vez que sintamos que no nos tratan bien tendremos la opción de irnos, y eso no os va a hacer muy felices».
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