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Antón Etxebarria
Sábado, 1 de febrero 2025, 21:02
Donald Trump quiere pasar a la posteridad como un líder «pacificador y unificador», y en su primer mandato siempre sacó pecho al decir que es el único presidente de la historia reciente de Estados Unidos que no ha iniciado ninguna guerra. Sin embargo, ayer anunció que las tropas que comanda habían bombardeado objetivos del grupo terrorista EstadoIslámico (EI) en territorio de Somalia.
«Esta mañana ordené ataques aéreos militares de precisión contra el planificador principal de ataques del EI y otros terroristas que reclutó y dirigió en Somalia», dijo Trump en su plataforma Truth Social. «Estos asesinos, a los que hemos encontrado en cuevas amenazaban a Estados Unidos y a sus aliados. El ataque ha destruido sus cuevas», sentenció.
Poco después, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, detalló que los ataques tenían como objetivo grupos de EI-Somalia en las montañas de Golis, en la región semiautónoma de Puntlandia. «Nuestra evaluación inicial es que varios militantes murieron en los ataques aéreos y ningún civil resultó herido», dijo Hegseth en un comunicado.
«Esta acción degrada aún más la capacidad del EI para planear y llevar a cabo ataques terroristas que amenacen a los ciudadanos estadounidenses, a nuestros aliados y a civiles inocentes y envía una clara señal de que Estados Unidos siempre está listo para encontrar y eliminar a los terroristas que amenazan a Estados Unidos y a nuestros aliados», justificó el dirigente americano.
Por otro lado, la oficina del presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, reconoció en un comunicado que había sido avisado de las intenciones de Trump. «Agradece el apoyo inquebrantable que Estados Unidos ofrece en la lucha contra el terrorismo internacional y el decidido compromiso del país bajo el liderazgo de Donald Trump», escribió.
El EI en Somalia fue formado por un grupo de desertores del grupo terrorista asociado a Al Qaida, Al-Shabaab, que juró lealtad a ISIS en octubre de 2015 y obtuvo reconocimiento como provincia oficial en 2018. El EI se adhiere a la interpretación estricta de la ley islámica y tiene como objetivo extender el autoproclamado califato en África. Sus ataques han sido esporádicos y consisten en gran medida en asesinatos a corta distancia y operaciones con artefactos explosivos improvisados.
El grupo genera ingresos extorsionando a empresas locales y realizando redadas regionales en busca de recursos, pero el ritmo de sus ataques se había desacelerado desde la segunda mitad de 2021 debido a las ofensivas de las fuerzas de seguridad regionales de Puntlandia y los continuos ataques de Al Shabaab.
Ahora, a pesar de que EI tiene una presencia relativamente pequeña en Somalia en comparación con Al Shabaab, los expertos han advertido de que su actividad va en crecimiento. Estados Unidos es de la misma opinión, y la de ayer no es, ni mucho menos, una operación aislada: ha bombardeado el país de forma periódica tanto con presidentes demócratas como republicanos en la Casa Blanca.
Sin ir más lejos, el último ataque aéreo se produjo el año pasado, bajo las órdenes de Joe Biden. En esa ocasión, el ejército estadounidense se coordinó con las fuerzas somalíes para acabar con tres miembros de este grupo que, eso sí, ha visto muy disminuida su fuerza global en los últimos años.
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