Trump evita la respuesta militar al ataque iraní

La moderación había empezado en Teherán, que después de haber perdido a su hombre fuerte, el general Qasem Suleimani, en un flagrante asesinato perpetrado el viernes por EE UU, se cobró la venganza con un ataque de misiles balísticos que sabía de antemano sería detectado por Washington tan pronto como fueran lanzados. Por si acaso, el gobierno iraní avisó al iraquí con suficiente antelación para que este se lo transmitiría al Pentágono. Como resultado, «el pueblo americano debe de estar extremadamente agradecido y feliz de que ningún estadounidense resultara dañado», se congratuló Donald Trump en su discurso ante la nación, para el que se tomó 15 horas de pausa antes de aparecer ante las cámaras. Todo indica que no habrá una respuesta militar, porque el mandatario cree que el poderío militar de EE UU es suficiente para disuadir a sus enemigos, sin necesidad de usarlo.

«Paz a través de la fuerza», alabó el líder de la minoría en la Cámara Baja Kevin McCarthy comparándolo con Reagan. Por Twitter, le agradeció «haber devuelto EE UU a una posición de respeto y admiración en el mundo».

La reacción de lo demócratas fue muy distinta, pese a compartir el alivio generalizado. La Cámara Baja se dispone a pasar una resolución que arrebate al mandatario el poder para involucrarse en una guerra con Irán, aunque Trump dispone de la mayoría republicana en el Senado a modo de cortafuegos. A nadie se le escapó que el mandatario había utilizado esta oportunidad para recordar al país «su absurda obsesión con vilificar a Barack Obama», lamentó con «vergüenza ajena» el congresista californiano Jimmy Gomez.

Trump acusó a su predecesor de haber financiado los misiles que ceste miércoleson sobre las bases estadounidenses en Irak al haberle entregado a Irán los 150.000 millones de dólares que EE UU le había congelado en 1979, «sin mencionar 1.800 millones en efectivo», insistió Trump. «En vez de dar las gracias a EE UU cantaron «¡muerte a América!» desde el día que firmaron el pacto (antinuclear)».

Bajo su mandato, aseguró «nunca se le permitirá a Irán tener armas nucleares». En su primer año de gobierno Trump retiró a Irán la certificación que mantenía suspendidas las sanciones, de acuerdo al tratado firmado en 2015, y poco después anunció la rescisión del mismo. este miércoles instó al resto de los firmantes -la UE, China, Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido- a romper con lo que queda de ese acuerdo y sumarse a las presiones económicas que promete.

Después de no haberles avisado del ataque en suelo iraquí que acabó con la vida del general iraní en visita diplomática y otros militares iraquíes, Trump busca ahora la colaboración de la OTAN para llevar a cabo sus planes en Oriente Medio. «Voy a pedirles que se involucren mucho más», anunció.

La ofensiva diplomática comienza este jueves en la ONU, donde EE UU defenderá ante el Consejo de Seguridad el asesinato de Suleimani que enmarca dentro de la defensa propia, en la línea que adelantó este miércoles Trump. El mandatario dedicó buena parte de su discurso a atacar al general iraní que ha convertido en mártir, al que acusó de tener «sangre en las manos» por haber orquestado el ataque contra la Embajada de EE UU en Bagdad en el que resultaron heridos cuatro de sus efectivos. La brutalidad del asesinato, del que no informó ni al Congreso, ni a los aliados, ni al propio gobierno iraquí, la justifica con la inminencia de un ataque del que no ha dado detalles. Los legisladores estadounidenses escucharon este miércoles a puerta cerrada el caso contra Suleimani.

La Casa Blanca ha enviado al subsecretario de Asuntos Políticos David Hale a Bruselas para participar en la reunión ministerial de la UE mañana viernes, en la que se discutirá la crisis con Irán. Trump ha anunciado nuevas sanciones contra Teherán, a las que quiere que se sumen los aliados. En su partido, solo el congresista Francis Rooney felicitó a Irán por haber desinflado la guerra con un ataque tan limitado que permite salvar la cara a ambas partes. «Sólo el tiempo dirá si EE UU está más seguro ahora», lapidó.