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COLPISA / AFP
Martes, 5 de abril 2016, 10:39
El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton afrontan un desafío a su condición de favoritos en la carrera por las nominaciones de sus respectivos partidos en Wisconsin, donde los sondeos les sitúan a la zaga de sus adversarios.
Se trata de las primeras ... primarias tras diez días de descanso en la campaña para escoger a los representantes de cada partido, y podrían ser determinantes tanto para republicanos como para demócratas a medida que el proceso llega a su último tercio sin que ningún aspirante tenga la victoria asegurada.
Por primera vez desde febrero, Trump parte por debajo en las encuestas y a la defensiva, y es su principal rival, el senador ultraconservador Ted Cruz, el favorito en este estado. El objetivo de Cruz es estropear la marcha triunfal del multimillonario hacia la nominación en la convención de julio. Pero si Trump, que cabalga sobre una ola de rabia contra el 'status quo' y la clase política, arranca una victoria inesperada en Wisconsin podría sofocar las aspiraciones de Cruz, hijo de un inmigrante cubano. "Si nos va bien aquí, gente, esto se termina", afirmó Trump en un evento realizado el lunes en la localidad de La Crosse, al oeste del estado.
Sanders, en racha
Al igual que Trump, Clinton no es la favorita entre los demócratas en Wisconsin, donde se mide frente al ascendente senador Bernie Sanders, quien ha ganado cinco de las últimas seis primarias. Pero abril se presenta como un buen mes para la exsecretaria de Estado, que marcha con una ventaja de dos dígitos sobre Sanders en Nueva York -estado por el que fue senadora-, que vota el 19 de abril, y en Pensilvania, que irá a las urnas una semana después.
Trump, el magnate inmobiliario de 69 años, también lidera los sondeos en esos dos estados, de modo que Wisconsin se presenta como una batalla determinante para las fuerzas anti-Trump. Para Cruz "es una victoria muy importante. Para Trump, no es una derrota crítica", ha señalado Timothy Hagle, profesor de la Universidad de Iowa.
Trump, a la defensiva
Pero Trump ha tenido una semana difícil. Su halo de invencibilidad se ha visto afectado por los escándalos: sus recientes y polémicos comentarios en contra del aborto, sobre la esposa de Cruz y contra una periodista que denunció haber sido agredida por el director de campaña del empresario, le han alienado aún más el apoyo de las mujeres, según las encuestas.
En desventaja en Wisconsin, el magnate recorre el estado de un lado a otro, y este lunes se le unió en Milwaukee su esposa Melania, una exmodelo nacida en Eslovenia, en una rara aparición: un aparente intento de reflotar su apoyo entre las mujeres. "Él es justo", dijo Melania Trump, de 45 años.
El ganador de las primarias republicanas de Wisconsin se embolsará la mayoría de los 42 delegados en disputa. Una victoria sería un importante impulso para la campaña de Cruz, aunque sus posibilidades matemáticas de alcanzar a Trump son muy reducidas. Por el momento, Trump acumula 739 delegados, Cruz tiene 466 y el tercer aspirante, el gobernador de Ohio, John Kasich, marcha con 145, según la CNN. Para lograr la nominación republicana un candidato debe alcanzar el número mágico de 1.237 delegados.
El aparato republicano, horrorizado por Trump, en forma y fondo, actúa para evitar que el millonario obtenga el número suficiente de delegados para garantizar su candidatura. Ese escenario forzaría una negociación en la convención nacional de julio.
Pero Trump ha insistido en sus advertencias al Partido Republicano para que respete su liderazgo durante la convención nacional, que podría deparar numerosas votaciones y cambios de lealtades si ningún aspirante llega con 1.237 delegados. "Mis ojos están bien abiertos", advirtió Trump el lunes.
Por su parte, Clinton pasó el domingo y la mañana del lunes en Nueva York, y solo regresó a Wisconsin la noche del lunes, una posible señal de cómo vislumbra sus posibilidades este martes. Clinton y Sanders se repartirán de manera proporcional los 96 delegados en disputa.
"Entre ustedes y yo, no quiero poner a Hillary Clinton más nerviosa de lo que ya está", bromeó Sanders ante sus seguidores en Janesville. "Ya está bajo mucha presión", dijo. "Así que no le digan esto, pero yo creo que ganamos aquí, ganamos en Nueva York, estamos en nuestra ruta hacia la Casa blanca", añadió el senador.
No obstante, Clinton mantiene una ventaja aún sustantiva: 1.742 delegados frente a 1.051 de Sanders, incluyendo a los 'superdelegados', funcionarios partidarios y legisladores que tienen asegurado su derecho a votar en la convención.
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