Doce pasajeros resultan heridos por una «turbulencia severa» en un vuelo Madrid-Buenos Aires

El vuelo AR1133, perteneciente a Aerolíneas Argentinas, había despegado del aeropuerto de Madrid-Barajas con destino al de Eceiza, donde aterrizo a las 4.30 horas (cerca de las nueve y media de la mañana en España). A bordo viajaban 271 pasajeros y 13 tripulantes. La compañía informó que la aeronave volaba sobre el océano «entrando al continente americano» cuando se encontró con la turbulencia. Este fenómeno se produce cuando entran en contacto dos masas de aire a distinta velocidad o temperatura. Aunque el radar meteorológico que equipan los aviones suelen advertir de su presencia, en ocasiones, si su envergadura es muy grande, resulta imposible evitarlas.

La sacudida «provocó un movimiento inusitado dentro de la cabina«, que quedó convertida en un caos temporal. Algunos compartimentos se abrieron, las maletas de mano cayeron sobre los pasajeros y decenas de mascarillas de oxígeno se descolgaron de sus soportes. Otros usuarios se vieron removidos literalmente de sus asientos. Una de ellas, la 'streamer' española Esperanza Borrás, relató en su cuenta de Twitter que su cabeza »chocó con el techo y lo partí». La joven resultó herida en el rostro y, posiblemente, «tenga el tabique (de la nariz) roto». Los gritos y las escenas de terror se sucedieron entre el pasaje, aunque la aeronave recuperó la estabilidad en unos instantes. El Airbus, con matrícula LV-FVH, no arrojó daños estructurales durante su posterior revisión en tierra, según informa este jueves 'La Nación'.

La aerolínea ha declarado que «los pasajeros que resultaron más comprometidos no tenían puesto el cinturón de seguridad en el momento de la turbulencia», pese a que los carteles indicadores de su uso estaban encendidos y el personal de cabina había anunciado la obligatoriedad de llevarlos abrochados debido a la adversa meteorología.

Sin embargo, su versión ha sido desmentida por varios afectados. La propia Borrás ha señalado que tuvo puesto el cinturón durante las siete horas precedentes de vuelo y «justo al quitármelo pasó, pero no había ningún aviso que lo indicara». Otro viajero relató en una red social que esas «últimas siete horas fueron una pesadilla« debido a los frecuentes zarandeos del avión. Pero cuando sucedió la »turbulencia severa« nadie »nos avisó para ponernos el cinturón y todo el mundo salió volando; hasta las azafatas por el pasillo«. Algunas imágenes colgadas en la red muestran los paneles de señalización rotos, ya que, según un afectado, »los propios pasajeros fueron los que quebraron el plástico con la cabeza«.