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iñigo gurruchaga
Londres
Sábado, 26 de junio 2021, 21:30
Matt Hancock, que ha ejercido como ministro de Sanidad y de Asistencia Social desde que Boris Johnson fue nominado primer ministro en el verano de 2019, presentó este sábado su dimisión como consecuencia de la publicación de imágenes en las que se besa y ... magrea con una asistente. Habría quebrado de esta forma las reglas de distanciamiento físico que él mismo había introducido en el Parlamento británico.
Desde que el diario 'The Sun' publicase el viernes las imágenes, el ministro pidiera disculpas y los portavoces de Johnson consideraron que el caso estaba cerrado se han recuperado condenas categóricas de Hancock a un epidemiólogo del equipo de asesores del Gobierno al que la prensa retrató visitando a una amante. El científico tuvo que dimitir como miembro del comité asesor.
El agravante del caso es que la mujer con quien tuvo el lance amoroso es una amiga desde que ambos eran estudiantes en la Universidad de Oxford y la había contratado como asesora no ejecutiva del Ministerio de Sanidad cuando su profesión es la de 'lobbista'. Son relaciones públicas especializados en establecer contactos provechosos para sus clientes con el Gobierno.
Es una práctica habitual que asesores de los Gobiernos, ministros o funcionarios, también periodistas, se vinculen a esos 'lobbies'. Hay regulaciones sobre sus actividades, porque pueden crear incompatibles intereses privados y públicos. El ministro Hancock no ha aclarado por qué y cómo contrató a su amiga, Gina Coladangelo, para incrustarla en el Gobierno.
La dimisión marca el fin temporal de la carrera política de Hancock, que aspiró al liderazgo de los conservadores en las elecciones internas de 2019. Favorecía la permanencia en la Unión Europea, pero tras ser eliminado por los pocos votos obtenidos en el grupo parlamentario apoyó a Johnson, cayó sobre el 'brexit' e incluso fue recompensado con una cartera ministerial.
No sabía él entonces que iba a tener tal protagonismo en la vida del país. Hay quienes aprecian su estilo positivo, entusiasta, y quienes lo han criticado por su triunfalismo. Su continuación en el Gobierno parecía imposible desde el mediodía del viernes, pero el desgaste de Hancock era tan profundo que se especula desde hace meses con que Johnson lo mantenía para proveer al público un útil chivo expiatorio.
Pero el cierre de este capítulo conlleva la apertura de otro. ¿Cómo es posible que lo que filma una cámara instalada en una esquina del techo, en el despacho de un ministro de Gobierno- se supone que para su seguridad-, llega a las páginas de un periódico? Es un asunto de interés público que un ministro se burle de las reglas que dicta, pero la autoría y motivación de la filtración a la prensa es también interesante.
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