iñigo gurruchaga
Corresponsal. Londres
Jueves, 25 de marzo 2021, 22:39
El ministro británico de Sanidad afirmó este jueves en una entrevista con el 'Financial Times' que su Gobierno tiene la ley de su parte en la disputa con la Unión Europea sobre la provisión de vacunas fabricadas en Reino Unido por la firma AstraZeneca. «Ellos ... tienen un contrato de 'mejores esfuerzos razonables' y nosotros tenemos un acuerdo de prioridad», señaló.
Publicidad
El concepto de «best reasonable efforts», o «best endeavours» o «reasonable endeavours», es habitual en los contratos en Reino Unido y Estados Unidos y su interpretación en los tribunales suele basarse en el acervo de las que se hicieron en casos anteriores. El Tribunal Supremo ha utilizado el concepto de «buena fe contractual», pero no hay una traducción legal aceptada al español.
En su contrato con la farmacéutica, publicado en enero, con fragmentos tachados, por la Unión Europea, se define «best reasonable efforts» como «las actividades y el grado de esfuerzo que una empresa de tamaño similar o con infraestructura y recursos similares a los de AstraZeneca acometería para el desarrollo y manufactura de una vacuna… para terminar con una pandemia global».
28,9 millones de británicos han recibido ya la primera dosis de la vacuna y 2,7 millones tienen también la segunda.
Extensión de poderes de emergencia. La Cámara de los Comunes aprobó ayer la extensión de los poderes de emergencia en el marco de la pandemia durante otros seis meses, con 484 votos a favor y 76 en contra. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, había pedido renovar la normativa, que calificó de «esencial», mientras Reino Unido avanza en su plan de desescalada.
63 fue el número de fallecidos ayer a causa del coronavirus. Se registraron asimismo 6.397 nuevos contagios.
El Gobierno británico no ha publicado su contrato, pero nadie hasta ahora había mencionado la existencia de una cláusula de exclusividad. Sí se ha publicado desde el inicio de la polémica que el contrato establece que las vacunas fabricadas en Reino Unido serían entregadas a su Gobierno para su distribución. Sería, sin pruebas definitivas, una exclusividad sobre las vacunas producidas en su territorio.
El contrato entre la UE y la empresa británico-sueca, que es dirigida por el francés Pascal Soriot, fue escrito en inglés y se refiere para su interpretación a la ley belga. Señala, en su artículo 5.1, que la empresa realizará sus mejores esfuerzos razonables «para producir las Dosis Iniciales de Europa dentro de la UE para su distribución, y para su entrega a los Puntos de Distribución…».
Publicidad
El artículo 5.4., que versa sobre los lugares de manufactura, señala que la empresa de nuevo se esforzará «para fabricar su vacuna en localizaciones dentro de la UE (que solo para los propósitos de este artículo 5.4. incluirá a Reino Unido). Luego añade que la empresa deberá notificar por escrito su intención de fabricarlas fueras de la UE y que la Unión puede indicarle ubicaciones adecuadas en su territorio.
Expertos en ley de contratos públicos, como el comentarista del 'Financial Times' David Allen, o Neil Pfister, de la firma Druces, han señalado la confusión que genera la lectura de estos artículos. Se utiliza Europa y UE de manera indistinguible, no se sabe si el 5.1. se refiere solo a los 300 millones de dosis iniciales y el 5.4. a las posteriores, y si solo en estas se incluye la producción británica.
Publicidad
La afirmación por Hancock de que el comportamiento de AstraZeneca ha sido «absolutamente brillante» se pone quizás en duda por su propia mención de una exclusividad. En el apartado 13.1.e de su contrato con la UE, la empresa firmaba en agosto de 2020 que no tiene «ninguna obligación contractual» con otros, «respecto a las Dosis Iniciales Europeas», o que entre en conflicto, sea inconsistente con, o impida el, cumplimiento del contrato.
El primer ministro, Boris Johnson, busca el entendimiento con la UE sobre las vacunas, en un momento de tensiones variadas en la gestión del 'pos Brexit'. La amenaza de bloquear la exportación de vacunas es condenada, pero ninguna producida en fábricas de Reino Unido ha salido del país, salvo las enviadas a sus territorios dependientes de ultramar. Pero Hancock está seguro de que la ley está del lado británico. Al fin y al cabo ni siquiera se sabe si los dos contratos fueron firmados por diferentes entes jurídicos de la empresa.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.