pablo m. díez
Viernes, 19 de agosto 2022, 14:29
Tras pasar cinco años desaparecido y ser juzgado a puerta cerrada, el magnate Xiao Jianhua, uno de los más ricos de China, ha sido condenado a 13 años de cárcel y su compañía, el Grupo Tomorrow, multada con una sanción récord de 55.000 millones ... de yuanes (8.025 millones de euros). Después de un oscuro proceso judicial en el que no habían trascendido los cargos, el Primer Tribunal Intermedio de Shanghái lo ha encontrado culpable de haberse apropiado ilegalmente de los fondos de su empresa y de haber pagado sobornos.
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«Los actos criminales de Xiao Jianhua y el Grupo Tomorrow dañaron seriamente el orden de la gestión financiera, poniendo en riesgo la seguridad económica nacional y violando la integridad profesional de los funcionarios públicos», concluye la sentencia, según informa este viernes el periódico 'South China Morning Post'. Además de la sanción a su compañía, los jueces han impuesto al magnate una multa personal de 6,5 millones de yuanes (947.000 euros).
A tenor del fallo, Xiao y el Grupo Tomorrow desviaron desde 2004 hasta 2018 fondos y activos de un banco que controlaban, Baoshang, por valor de 148.600 millones de yuanes (21.683 millones de euros). Finalmente, dicho banco fue intervenido por el Gobierno en mayo de 2019, después de que quebrara. De igual modo, los reguladores chinos expropiaron en julio de 2020 otras nueve empresas del Grupo Tomorrow, entre las que figuraban aseguradoras y corredurías de Bolsa.
Además de este desfalco, la sentencia recoge que Xiao Jianhua y su compañía dieron a funcionarios del Gobierno sobornos por valor de 680 millones de yuanes (99 millones de euros) para eludir las inspecciones fiscales entre 2001 y 2021. Curiosamente, eso incluye los cuatro últimos años en los que el magnate estuvo desaparecido y, supuestamente, detenido por las autoridades chinas en algún lugar secreto.
Nacido hace 50 años en una pobre familia rural de la provincia de Shandong, Xiao Jianhua llegó a ser uno de los hombres más ricos de China al atesorar 5.500 millones de euros con su grupo industrial Tomorrow, que aglutinaba desde las finanzas hasta los seguros pasando por el inmobiliario y la minería.
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Pero su estrella se apagó con el 'crack' que sacudió a la Bolsa de China en el verano de 2015, cuando se volatilizaron acciones por valor de 4,6 billones de euros y millones de pequeños inversores perdieron los ahorros de toda su vida. Lo que hasta entonces había sido su principal activo, sus negocios con familias de altos cargos del régimen, se convirtió entonces en una peligrosa arma política.
Mientras otros magnates y reguladores bursátiles caían en la purga por el desastre, Xiao Jianhua se refugiaba en Hong Kong, donde vivía en un apartamento del lujoso hotel Four Seasons protegido por una guardia amazónica de guardaespaldas femeninas. Allí se le vio por última vez el 27 de enero de 2017, cuando a las tres de la madrugada se subió junto a dos de sus guardaespaldas en un coche que les recogió a las puertas de su hotel. Al día siguiente, su esposa denunció su desaparición a la Policía, pero luego la retiró.
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Aunque su paradero era un misterio desde entonces, estaba claro que se hallaba en manos del régimen. Según informó en su día el diario 'South China Morning Post', fue convencido por las autoridades para cruzar a China continental y «ayudar» en dos investigaciones: una sobre el 'crack' bursátil y otra sobre la corrupción entre los altos cargos del Partido Comunista.
Algo de lo que Xiao Jianhua podría saber mucho porque, a tenor de la revista Caijing, fue socio del hijo del vicepresidente Zeng Qinghong en la polémica adquisición de la empresa estatal Shandong Luneng. Con un valor de mercado de 73.800 millones de yuanes (10.800 millones de euros), ambos compraron dicha compañía por solo 3.730 millones (546 millones de euros), pero un portavoz de Xiao Jianhua aseguró en 2014 que la operación había sido totalmente legal, recoge el periódico.
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Ese mismo año, 'The New York Times' también publicaba que el magnate había hecho negocios con la hermana y el cuñado del presidente de China, Xi Jinping. Respondiendo al artículo, su grupo empresarial reconocía que les había comprado un paquete de acciones en 2013.
A principios de julio, se supo que estaba siendo juzgado, pero no los delitos por los que había sido procesado. Celebrada a puerta cerrada, a la vista oral ni siquiera pudieron acudir los diplomáticos de la Embajada de Canadá, país del que Xiao Jianhua tiene pasaporte junto a otro de China y uno oficial de Antigua y Barbuda. Ni sus pasaportes ni sus millones ni sus supuestos contactos con el poder le han salvado de la condena, que ha sido reducida por su colaboración para «reparar el daño».
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