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Colpisa / AFP
Madrid
Sábado, 29 de julio 2017, 09:28
Después de la exitosa prueba de un misil intercontinental, el líder norcoreano Kim Jong-un dijo este sábado que "todo el territorio continental de Estados Unidos" está a su alcance, incluyendo según algunos expertos ciudades como Nueva York.
La amenaza balística preocupa a EE ... UU hasta el punto de que el Pentágono haya comenzado a hablar explícitamente de una respuesta militar, mientras que la diplomacia China llamaba a todas las partes a la moderación.
Con el reciente disparo del misil intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), Corea del Norte volvió a retar al presidente estadounidense Donald Trump, quien calificó dicha acción de "temeraria y peligrosa" y ordenó ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur en respuesta.
Según Kim Jong-un, la prueba demostró la capacidad de Corea del Norte para lanzar un ataque "en cualquier lugar y momento". "El líder dijo orgulloso que la prueba confirmó además que todo el territorio continental de EE UU está ahora a nuestro alcance", agregó la agencia oficial norcoreana KCNA.
El gobierno de Pyongyang insistió en que la prueba había sido un éxito. El misil voló 998 kilómetros durante 47 minutos a una altitud de 3.724 kilómetros, según la KCNA. Analistas occidentales estimaron que el alcance del misil es de unos 10.000 kilómetros, lo cual efectivamente amenazaría al territorio norteamericano.
"Basados en la información de que disponemos, el misil probado por Corea del Norte podría fácilmente alcanzar la costa oeste de EE UU y varias grandes ciudades norteamericanas", comentó David Wright, experto en armamentos de la Union of Concerned Scientists. También recordó que Los Ángeles, Denver o Chicago podrían hallarse dentro del rango de impacto del misil, incluso llegando hasta Boston o Nueva York.
"EE UU condena este ensayo y rechaza el argumento del régimen de que estas pruebas -y estas armas- garantizan la seguridad de Corea del Norte. En realidad, tienen el efecto opuesto", advirtió el propio Trump en un comunicado.
El misil fue lanzado desde Mup'yong-ni y se hundió en el Mar de Japón, según informó el Pentágono, en una nueva escalada en la crisis internacional con el régimen comunista. En este contexto, EE UU y Corea del Sur comenzaron a efectuar ejercicios militares conjuntos utilizando misiles tierra-tierra, según informó el Ejército estadounidense.
Este ejercicio conjunto tuvo lugar poco después de que miembros del Departamento de Defensa indicaran que EE UU y Corea del Sur estaban analizando "opciones de respuesta militar". El Ejército estadounidense afirmó, en un comunicado, que los ejercicios conjuntos se llevaban a cabo con el sistema de misiles tierra-tierra ATACMS (Army Tactical Missile System) y el misil surcoreano Hyunmoo II.
Según Rex Tillerson, secretario de Estado yanqui, China y Rusia tienen "la única y particular responsabilidad" de la creciente amenaza norcoreana. "Como principales facilitadores económicos del programa de desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos, China y Rusia tienen la única y particular responsabilidad de esta creciente amenaza para la estabilidad de la región y del planeta", señaló Tillerson.
El Gobierno de China reaccionó, por su parte, mediante una escueta nota de prensa condenando el disparo de misil e instando a todas las partes involucradas a la moderación. "China se opone a las violaciones por Corea del Norte de las resoluciones de la ONU", indicó el comunicado
"Al mismo tiempo, espera que todas las partes implicadas den muestras de prudencia y eviten agudizar las tensiones", añadió en ese comunicado Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores.
Geng recordó que China siempre se ha opuesto a los lanzamientos de misiles, que van en contra no solo de las resoluciones de la ONU sino también de la voluntad de la comunidad internacional. Y más tarde señaló que las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad tenían estipulaciones explícitas sobre lanzamientos efectuados por Corea del Norte usando tecnología balística.
Después de la prueba del misil intercontinental, EE UU presionó a la cúpula de Naciones Unidas, que hasta ahora ha impuesto seis paquetes de sanciones a Pyongyang, para que adoptara medidas todavía más duras contra Kim Jong-un.
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