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zigor aldama
Lunes, 12 de octubre 2020, 15:23
Es imposible cantar victoria en la batalla contra el coronavirus. Ni siquiera China, que llevaba 55 días sin detectar ningún contagio local y estaba haciendo ya vida normal, puede bajar aún la guardia. Lo ha demostrado la ciudad de Qingdao. Allí, en un ... hospital especializado en enfermedades respiratorias y destinado a tratar los casos importados, se han registrado doce contagios. Solo la mitad han desarrollado los síntomas de la Covid-19, pero las alarmas han saltado y el Gobierno ha vuelto a sacar la artillería pesada: ha puesto en cuarentena los edificios en los que viven los contagiados y, como no está claro que el origen del brote se encuentre en el hospital ni cuánto se ha extendido, ha decidido hacer la prueba del coronavirus a los 9 millones de habitantes de esta ciudad costera en los próximos cinco días. La operación ha comenzado a las siete de la mañana de hoy en los cinco barrios más cercanos al centro sanitario, y luego los análisis se extenderán al resto
Preocupa también el hecho de que Qingdao recibió durante el pasado Festival de Medio Otoño, entre el 1 y el 8 de octubre, casi 4,5 millones de visitantes. Aunque las Autoridades consideran que el riesgo de contagio es bajo y que la atención se debe poner en los contactos del personal del hospital, que está alejado de las zonas más turísticas, ya han comenzado su rastreo para hacer también la prueba PCR a quienes viajaron a la ciudad. El objetivo es evitar que la infección alcance otros lugares del país y, sin duda, las medidas de control para atajar la epidemia serán clave en su consecución, ya que las compañías de transporte y los hoteles recogen los datos de todos los turistas, que siguen utilizando el código QR de salud. De momento, se han identificado las tres ciudades en las que residen la mayoría de los visitantes: Jinan, Weifang y Yantai, todas ellas en la provincia de Shandong.
«Solicitamos a la población que extreme las precauciones, mantenga la distancia social, lleve mascarilla, y coopere con las autoridades sanitarias», publicó ayer el gobierno local después de la detección de los primeros tres contagios. Hoy ha introducido nuevas medidas restrictivas en zonas públicas muy concurridas, y ha anunciado que ya ha examinado a casi 150.000 personas, sobre todo trabajadores del hospital y sus contactos más estrechos.
China sigue así los protocolos que ha implementado en todos los brotes que han sobresaltado al país, desde los detectados en pequeñas ciudades fronterizas como Suifenhe, hasta los que han obligado al confinamiento de zonas mucho más amplias, como la provincia noroccidental de Xinjiang. Incluso la capital, Pekín, se ha visto afectada por focos como el del mercado de abastos de Xinfadi. En todos ellos la estrategia ha sido la misma: confinamiento estricto de los infectados y de sus allegados, restricciones en la entrada y salida de los lugares afectados, y tests masivos a sus poblaciones.
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