Zigor Aldama
Shanghái
Martes, 16 de junio 2020
Pyongyang cumple sus amenazas. Había advertido de que desmantelaría la oficina que sirve de enlace con Seúl en la localidad fronteriza de Kaesong si no cesaba la campaña de globos repletos de panfletos propagandísticos lanzados por grupos de activistas y desertores desde Corea del ... Sur, y este martes lo hizo de forma poco sutil a las 14:50 horas: voló por los aires el edificio, provocando una columna de humo que no dejó lugar a dudas al sur del paralelo 38, donde incluso se escuchó claramente la deflagración. La agencia de noticias oficial norcoreana, KCNA, afirmó que la demolición se había llevado a cabo para «que la escoria humana, y quienes le dan cobijo, paguen un alto precio por sus crímenes».
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Es una voladura con gran simbolismo, porque la oficina de enlace se estableció fruto del acercamiento que las dos Coreas han protagonizado desde 2018, cuando Kim Jong-un decidió por sorpresa que el Norte participase en los Juegos Olímpicos de Invierno organizados por el Sur. La hermana del dictador, Kim Yo-jong, anunció que esta podría ser solo una de las primeras medidas de represalia tras haber cortado las comunicaciones entre ambos países, y que podría seguirle la concentración de tropas a lo largo de la frontera.
«La destrucción es un acto contra la esperanza de todos los que buscan mejorar las relaciones intercoreanas y lograr una paz duradera en la península de Corea», respondió el Gobierno de Corea del Sur en un comunicado. «La responsabilidad de la situación actual es exclusivamente de Corea del Norte, y advertimos de que, si lleva a cabo más acciones que agraven la situación, responderemos de forma contundente», añadió.
Estas palabras reflejan la posibilidad de que todo lo avanzado en los dos últimos años, en los que se han celebrado históricas reuniones entre los dirigentes de las dos Coreas, así como dos cumbres inéditas entre Kim Jong-un y Donald Trump, se vaya al traste. Afortunadamente, los servicios de Inteligencia surcoreanos han negado que Pyongyang haya ordenado ningún tipo de medida peligrosa. «De momento, no se han detectado movimientos inusuales por parte del Ejército norcoreano. Pero estamos siguiendo detenidamente todos los acontecimientos», afirmó un portavoz de la Junta de Jefes de Estado Mayor a la agencia Yonhap.
El Estado Mayor del Ejército de Corea del Norte ha anunciado este miércoles que volverá a realizar «todo tipo de ejercicios militares» en las áreas fronterizas de Kaesong y el monte Kumgang, desarmadas en virtud del acuerdo entre ambos países, debido al empeoramiento de las relaciones a causa del envío de propaganda contraria al Gobierno de Pyongyang por desertores norcoreanos.
A través de un comunicado difundido por la agencia norcoreana de noticias, KCNA, el Gobierno de Pyongyang también ha informado del rechazo a una solicitud de Seúl para trasladar a la zona a un enviado especial para intentar retomar las negociaciones que desde 2018 mantenían a ambos países en una aparente calma.
Horas antes del anuncio, las autoridades norcoreanas advirtieron de esta posibilidad debido al «empeoramiento de las relaciones» y avisaron de que se estaba estudiando avanzar nuevamente hacia las zonas que habían sido desmilitarizadas, «convertir la línea del frente en una fortaleza» y «aumentar aún más la vigilancia militar contra el sur».
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