Pablo M. Díez
Pakín
Jueves, 9 de septiembre 2021, 21:13
Tras ser la primera potencia en darles su bendición política, China formaliza su apoyo a los talibanes con ayuda económica y humanitaria. Para congraciarse con el recién nombrado Gobierno interino y, sobre todo, con la población de Afganistán, Pekín ofrece 200 millones de yuanes –26 ... millones de euros– en alimentos y tres millones de vacunas contra el coronavirus.
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Así lo propuso el ministro de Exteriores, Wang Yi, en un encuentro virtual con sus homólogos de otros países vecinos de Afganistán: Pakistán, Irán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán. A cambio de ayudar a los talibanes a reconstruir la economía, Wang les instó a que rompieran con los grupos terroristas que, a su juicio, «se han dispersado e infiltrado en los países vecinos», según recoge el periódico 'South China Morning Post'.
«Pedimos a los talibanes que corten completamente sus lazos con todas las fuerzas extremistas y tomen medidas combativas por la fuerza. Todas las partes deben reforzar el compartir la información y los controles en las fronteras, practicando arrestos inmediatos de grupos terroristas procedentes de Afganistán para asegurar la estabilidad regional», propuso Wang Yi.
Además de abogar por la lucha contra el tráfico de drogas, pidió institucionalizar estos encuentros de los titulares de Exteriores de los países vecinos. Una idea que su homólogo paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, acogió encantado y enriqueció sugiriendo que Afganistán también estuviera presente en este nuevo foro. «Eso nos dará más efectividad a la hora de perseguir nuestros objetivos comunes de una paz y estabilidad duraderas», argumentó.
Mientras Occidente discute qué hacer con los talibanes, como planteó el miércoles en Berlín el responsable de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, China se apresura a ocupar el vacío tras la desbandada de la Casa Blanca. Pero, eso sí, le reclama a EE UU y sus aliados que «asuman sus responsabilidades en el problema de los refugiados». Tras acusar a Washington de llevar el caos a Afganistán con su ocupación y posterior retirada, Wang Yi exigió «las compensaciones necesarias para las naciones que estén dispuestas a recibir refugiados».
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Más allá fue uno de los portavoces del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin. Aunque no es uno de los más fieros 'lobos guerreros' que han tomado la antes suave diplomacia china, sus críticas fueron tan duras como cargadas políticamente. «Lo que ha hecho EE UU en Afganistán en las dos últimas décadas es un ejemplo de manual que nos muestra las consecuencias de una intervención militar sin sentido y los intentos por imponer a otros la ideología y los valores de uno mismo», denunció
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