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Zigor Aldama
Corresponsal en Hong Kong
Martes, 1 de octubre 2019, 12:01
«Hace 70 años, Mao Zedong, proclamó aquí mismo la República Popular de China y acabó con más de cien años de humillaciones. El pueblo chino se levantó y comenzó el proceso de rejuvenecimiento nacional. En este tiempo, hemos alcanzado hitos inconmensurables que han maravillado ... al mundo. No hay fuerza que pueda sacudir la base de esta nación, ni que pueda detener el avance del pueblo chino». Así ha recordado hoy Xi Jinping, presidente de China, de la Comisión Militar Central, y secretario general del Partido Comunista, la fundación del régimen comunista.
En un breve discurso desde el balcón de la puerta de la Ciudad Prohibida, acompañado exclusivamente por hombres de avanzada edad, Xi ha incidido en el liderazgo nacional del Partido «para hacer realidad las aspiraciones del pueblo de disfrutar de una vida mejor». Consciente de que las miradas están puestas tanto en Pekín como en las protestas de Hong Kong, ha añadido que es imprescindible respetar el modelo 'un país, dos sistemas' «para mantener una prosperidad y estabilidad duraderas en Hong Kong y Macao», y que resulta necesario continuar con los esfuerzos para «la total unificación del país», en clara referencia a Taiwán.
A pesar de que Xi se ha dirigido al país poco antes de iniciar el mayor desfile militar de su historia, el presidente ha subrayado que el desarrollo chino es pacífico y que la segunda potencia mundial busca la cooperación con el mundo para construir «un futuro mejor para la Humanidad». Aunque el gigante asiático vive momentos delicados en el plano económico y crece al menor ritmo de los últimos 30 años, Xi se ha mostrado optimista: «La China de mañana será todavía más próspera. El Partido, el Ejército, y la gente de todos los grupos étnicos deben unirse aún más para consolidar la República Popular y alcanzar el sueño del rejuvenecimiento nacional».
Ataviado con el traje gris típico de los líderes de la 'Nueva China', Xi se ha despedido de la multitud dejando claro que el gigante asiático continuará haciendo reformas en todos los frentes menos en uno: el político. «¡Larga vida a la gran República Popular de China! ¡Larga vida gran al Partido Comunista! ¡Larga vida al gran pueblo chino!», ha exclamado el presidente antes de pasar revista a las tropas.
El decimocuarto desfile militar de China ha sido un gran espectáculo por y para el pueblo, pero sin el pueblo. Se ha demostrado en las tomas aéreas de la retransmisión televisiva, en la que se ha visto cómo la avenida Changan y las calles aledañas estaban vacías. Los residentes de la capital llevan ya muchos días sufriendo todo tipo de restricciones de movimientos, algunos han tenido que sellar las ventanas de sus casas, y otros incluso se han tenido que mudar de forma temporal.
No obstante, la población ha estado pegada al televisor para asistir a un espectáculo de proporciones épicas que ha comenzado con salvas de artillería, el izado de bandera, y el canto del himno nacional. Al finalizar su discurso, Xi ha subido a bordo del clásico automóvil 'Hongqi' negro, con cuatro micrófonos ubicados en el techo, y ha pasado revista a los soldados, elegidos con el mismo patrón físico y capaces de mantenerse sin pestañear durante una eternidad. Incluso el movimiento de cabeza realizado para seguir al presidente cuando ha pasado frente a ellos ha estado coreografiado a la perfección.
En total, en la conmemoración marcial han participado 15.000 soldados, 160 aeronaves, y 580 equipos de armamento divididos en 32 formaciones militares lideradas por generales, coroneles y almirantes equipadas con armas que, en un 40%, nunca habían sido mostradas anteriormente. Entre ellas destacan el dron de alta velocidad WZ-8 'Espada afilada', misiles hipersónicos de la serie Dongfeng capaces de alcanzar Estados Unidos con hasta diez ojivas nucleares, y el caza 'invisible' J20A, que ha participado también en una de las formaciones aéreas que han dibujado con helicópteros y aviones un 70 en el cielo.
Los comentaristas de la cadena oficial CCTV han subrayado que China es singular porque aún mantiene abiertas disputas por la soberanía de diferentes territorios, tanto terrestres como marítimos, y han hecho hincapié en la necesidad de modernizar el Ejército a la vez que se reduce su número de efectivos. Eso sí, cada poco tiempo añadían que el objetivo de las Fuerzas Armadas es básicamente defensivo.
Tras el desfile militar, 100.000 civiles han tomado el relevo con unas carrozas 'carnavaleras' que han restado aire de solemnidad guerrera al evento. «No es cuestión de sacar músculo sino de transparencia militar», ha escrito el editor jefe del diario ultranacionalista Global Times. En Hong Kong, sin embargo, muchos sí que han visto el discurso de Xi y el despliegue de poderío militar como una velada amenaza. Hay un herido de bala en estado crítico, decenas de detenidos, gas lacrimógeno y barricadas en llamas como resultado del llamado 'día de luto' en Hong Kong, en contraposición a la suntuosa celebración en Pekín.
Un estudiante de secundaria identificado como Tsang Chi-kin, de 18 años, recibió un disparo en la parte superior izquierda del pecho durante un enfrentamiento entre manifestantes radicales y agentes antidisturbios. Fuentes médicas aseguraron a Efe que el joven tiene la bala alojada en el pecho, a tres centímetros del corazón.
En un vídeo que ha circulado por redes sociales se ve cómo un policía dispara a bocajarro a un manifestante -supuestamente, Tsang- en el momento en el que el individuo iba a agredir al agente con un palo.
1st Oct. 2019 Tsuen Wan, Hong Kong. Police shoots protestor with bullet video playback.
LIHKG 討論區 (@lihkg_forum) October 1, 2019
2019年10月1日 香港荃灣,警員實彈射擊影像https://t.co/GFxJK4pmEg
●來源:城大編委, 港大校園電視#香港 #警察 #AntiELAB #LIHKG#HongKongProtests #HongKongPolice #HongKong pic.twitter.com/Ts77CqJkzr
En un segundo vídeo, se puede ver a Tsang tendido en el suelo, con sangre brotando del pecho y pidiendo el traslado al hospital. «Me duele el pecho, llevadme al hospital. Necesito ir al hospital», dice el chico.
En un mensaje difundido en la red social Facebook, la superintendente de la Policía de Hong Kong Yolanda Yu Hoi-kwan aseguró: «La Policía no quería que nadie resultara herido, así que estamos muy tristes por esto. Advertimos a los alborotadores de que dejen de incumplir la ley, porque la haremos cumplir de manera estricta».
Respecto al vídeo del disparo, Hong Kong Human Rights Monitor -una organización local de vigilancia de los derechos humanos- consideró que la respuesta del agente «no fue apropiada» y opinó que «la policía debería rebajar la tensión en vez de elevar el nivel de riesgo».
Tsang fue uno de los al menos 31 heridos (dos en estado crítico, uno grave, 17 estables y 11 dados de alta), según las autoridades sanitarias de Hong Kong, en un día caótico en la excolonia británica.
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