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Boris Johnson, la semana pasada en una intervención en el Parlamento británico sobre Afganistán. AFP
El G7 analizará la colaboración con China y Rusia en Afganistán

El G7 analizará la colaboración con China y Rusia en Afganistán

Johnson y Mactron intentan reducir esta martes la tensión con Biden e involucrar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Iñigo Gurruchaga

Londres

Lunes, 23 de agosto 2021

Boris Johnson, primer ministro británico y presidente del Grupo de los Siete, intentará promover este martes junto al máximo mandatario francés, Emmanuel Macron, una posición común con Joe Biden sobre una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que implique a los gobiernos de ... China y de Rusia para influir en el movimiento talibán y estabilizar la situación en Afganistán.

China y Rusia no han expresado urgencia por reconocer a un nuevo Ejecutivo integrista, pero mantienen sus embajadas en Kabul y pueden aprovechar las circunstancias para extender su influencia. Al mismo tiempo, Moscú no quiere el fortalecimiento del terrorismo islamista y Pekín quiere evitar que Afganistán se convierta en un refugio logístico para grupos violentos uigures.

El reto del G7 es unir a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad en una estrategia compartida. Y el instrumento que contemplaban desde el acuerdo de Donald Trump con el movimiento talibán en febrero de 2020 es la exigencia de un Gobierno inclusivo, que respete los derechos humanos y no albergue grupos terroristas, a cambio de su reconocimiento en el marco de la ONU.

Entre 1996 y 2001, el Ejecutivo talibán solo fue reconocido por tres países: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. Johnson pidió la pasada semana a Imran Khan, jefe de Gobierno en Islamabad y con amplias conexiones en la alta sociedad británica, que no proceda de manera bilateral, sino que la legitimidad para un régimen talibán tiene que venir de un acuerdo internacional.

Desconfianza

El reconocimiento facilitaría la posibilidad de canalizar fondos para un movimiento que necesita urgentemente dinero para gobernar. Ese señuelo ha de superar, sin embargo, el umbral de viabilidad de un bloqueo alternativo y absoluto. Analistas experimentados señalan que China en particular podría interesarse en la gran riqueza minera de Afganistán, una vez que la presencia de los países de la OTAN se extinga. El país centroasiático dispone de grandes reservas de 'tierras raras', muy demandadas por la industria tecnológica y de comunicaciones.

La exigencia de un Gobierno inclusivo en Kabul se expresó en el comunicado del último G7, en junio, se mencionó en la breve declaración conjunta de 98 países, el día 15, y en la nota acordada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU, el 16. En ninguno de los textos se dice, sin embargo, que la inclusividad y el respeto a los derechos humanos son condiciones para que se reconozca al nuevo Ejecutivo.

El grupo de los siete países más relevantes del mundo tendrá que responder también a la advertencia del portavoz talibán, Suhail Shaheen, de que el régimen no aceptará la extensión del plazo anunciado, 31 de agosto, para la presencia de tropas extranjeras. Johnson incluye en la agenda la ayuda humanitaria, que quiere canalizar a través de la ONU -cuyo secretario general, António Guterres, participará en la reunión- y el establecimiento de rutas para refugiados.

La desconfianza sustituye ahora a los parabienes con los que el nuevo presidente de Estados Unidos fue recibido en Cornualles. Joe Biden no informó a sus socios del G7 sobre su inmediata retirada y, según la agencia Bloomberg, les aseguró el pasado junio que mantendría suficientes tropas estadounidenses para garantizar que Kabul no cayese en manos de los talibanes.

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