La UE apuesta por un enfoque gradual de las sanciones a Rusia

Las sanciones financieras se centran en «aislar» a Rusia de los principales mercados financieros. «Afectarán al 70% del mercado bancario ruso y a las compañías propiedad del Estado», señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La estrategia europea busca cortar la financiación de la Defensa y el ejército ruso, además de aumentar la deuda y disparar la inflación nacional. Del mismo modo, se espera que estas medidas afecten especialmente al sector industrial y a la élite rusa, los «oligarcas» del círculo de Putin.

En el ámbito energético, pieza clave de la economía rusa, la UE prohibirá su exportación, «lo que hará imposible que el país actualizar sus refinerías»,. La venta de aeronaves, piezas y equipación aeronáutica también estarán prohibidas y Moscú tendrá un acceso limitado a tecnología crucial, lo que -según Bruselas-, afectará a su desarrollo económico. Por otro lado,la UE ha decidido suprimir los privilegios de los diplomáticos rusos en territorio comunitario.

Estas acciones, coordinadas con el resto de países aliados como EE UU, Canadá, Reino Unido, Japón y Australia, se adoptarán con rapidez y «en menos de 24 horas». «Nuestra unidad es nuestra mayor fuerza», reiteró Von der Leyen.

Bruselas trabajaba desde hacía semanas en este segundo paquete de sanciones ante la escalada de tensión en Ucrania. La cumbre extraordinaria en Bruselas buscaba dar luz verde a una serie de medidas que cuenta con el consenso de los Veintisiete, aunque algunos estados como Polonia o los países bálticos exigían una respuesta más contundente.

Finalmente y tras discutir numerosas posibilidades, como estrechar el círculo sobre el presidente ruso o excluir al país del sistema de comunicación financiera internacional SWIFT, la UE se ha decantado por un enfoque gradual de las sanciones. También contempla futuras represalias para Bielorrusia, que acogió tropas rusas, y a la que consideran «complice» de la guerra iniciada por Putin.

La condena a las acciones del presidente ruso fueron unánimes. Los líderes comunitarios exigieron a Moscú que deponga las armas y «acabe con la guerra que está segando vidas de hombres, mujeres y niños inocentes» en Kiev. La UE aplicó sus primeras represalias tras la declaración de independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, el lunes. Ahora, la invasión rusa ha obligado a los Veintisiete a «tomar acciones adicionales», elaborar un plan de contingencia y establecer una hoja de ruta.

Dicho plan, contiene las claves para articular la ayuda humanitaria y económica a Kiev, así como para garantizar la estabilidad europea y su suministro de gas. El presidente francés aseguró que su país enviará una ayuda adicional de 300 millones de euros a Ucrania, así como ayuda humanitaria y equipamiento militar. Ante la oleada de refugiados que se avecina por el conflicto, Von der Leyen insistió en que «son bienvenidos» en el territorio europeo. En el ámbito energético, Europa ha contactado con diferentes proveedores en las últimas semanas y ha asegurado su abastecimiento para el invierno.

El presidente ucraniano Voldymyr Zelenski participó por videoconferencia en la reunión en Bruselas para informar de la situación que vive el país. Los bombardeos y ataques terrestres han provocado la muerte de «centenares de civiles» y atenta contra el «orden mundial», aseguraron los mandatarios europeos. Zelenski, por su parte, exigió a la UE que inhabiliten a Rusia del mecanismo SWIFT y le embarguen el comercio de petróleo y gas.

A pesar de la gravedad de la situación y de la «decisión de no retorno» de Putin, los Veintisiete mantienen abierta la vía diplomática con la esperanza de que cesen las hostilidades en Ucrania.