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Marcela Valente
Buenos Aires
Viernes, 22 de febrero 2019, 21:28
A cargo de la crisis en la frontera con Venezuela, el vicepresidente de Brasil, general Hamilton Mourao, aseguró ayer que su país «jamás entrará en situación bélica» con Caracas, «a no ser que sea atacado». Y añadió: «Yo creo que (el presidente Nicolás) Maduro no ... es tan loco».
Designado por el presidente Jair Bolsonaro para representar a su Gobierno en la reunión del Grupo de Lima del próximo lunes en Colombia, Mourao habló sobre la decisión de Maduro de cerrar la frontera terrestre con Brasil para evitar el ingreso de ayuda humanitaria. Según él, Maduro «cerró la frontera para impedir que los venezolanos vengan a Brasil a pedir suministros, él quiere mantener el país cerrado», interpretó, y reiteró que Brasil «no entrará por la fuerza» al territorio venezolano.
Mourao «no considera un acto de agresión» el cierre fronterizo, dijo. «Tienen la libertad de hacer lo que quieran» dentro de su territorio, explicó. Y recordó que Brasil suscribe la política de no intervención en asuntos internos de otros países. «Podemos dar auxilio humanitario, colocar suministros de nuestro lado de la frontera para que los venezolanos puedan venir a retirarlos, pero no hacemos ningún avance militar sobre su territorio», aclaró en un intento evidente por detener la escalada.
Sobre el riesgo de intervención militar estadounidense, Mourao dijo que «no tenía sentido» una incursión de ese tipo y que colocaba la postura amenazante de Washington «en el campo de la retórica y no de la acción». Según él, el presidente Donald Trump quiere que Maduro salga del país y que Venezuela pueda volver a su ámbito de influencia.
Menos cauto, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, calificó a Maduro de «narcodictador» en las redes sociales por no permitir la entrada de ayuda. Luego aludió sin detalles a «noticias» que le llegaban de «inestabilidad en la frontera» y preguntó a sus seguidores en Twitter: «¿Alguien tiene alguna información?». Se refería probablemente a la muerte de dos indígenas del Estado venezolano de Bolívar por disparos de soldados venezolanos, que hirieron a otras 15 personas. El grupo de opositores pretendía, al parecer, mantener abierto el paso fronterizo.
El Gobierno de Bolsonaro envió un avión de la Fuerza Aérea Brasileña con 23 toneladas de leche en polvo y medicamentos a Boa Vista, capital del Estado de Roraima, en la frontera con Venezuela. El jueves por la noche Maduro ordenó cerrar el cruce blindarlo con militares.
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