Militares ante el féretro de Jovenel Moise durante el funeral. Afp

Protestas y disparos convulsionan el funeral del asesinado presidente haitiano

«Estamos profundamente preocupados por los disturbios en Haití», señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psak

A.G.

Viernes, 23 de julio 2021, 20:52

puerto príncipe. La grave situación de inseguridad e inestabilidad que sufre Haití volvió a quedar de manifiesto en el comienzo ayer de los funerales nacionales del asesinado presidente Jovenel Moise. La ceremonia, celebrada en la ciudad de Cabo Haitiano, se vio envuelta en el caos ... después de que se escucharan disparos en las inmediaciones y penetrara en el recinto el gas lacrimógeno empleado por la Policía contra enojados manifestantes que exigían Justicia y acusaban a las fuerzas del orden de estar detrás del crimen. Como consecuencia de las escenas de tensión, las delegaciones de Estados Unidos y la ONU presentes en el acto decidieron abandonar el lugar de inmediato para protegerse.

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«Estamos profundamente preocupados por los disturbios en Haití», señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, tras informar de que la misión enviada por el presidente, Joe Biden, para asistir a las exequias estaba «a salvo». Encabezados por la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, el grupo se disponía a regresar a casa antes de lo previsto por la inseguridad.

Tras las protestas vividas el jueves, la ceremonia había comenzado con relativa normalidad, en medio de fuertes medidas de vigilancia. Sin embargo, los problemas estallaron minutos después de que la banda de música y un coro de la iglesia dieran inicio al acto. Gritos de manifestantes interrumpieron los discursos de miembros de la familia de Moise. Instantes después, los gases entraban en el lugar mientras se oían disparos y docenas de policías formaban cordones de protección alrededor de los oficiales haitianos.

El ataúd del mandatario, asesinado el 7 de julio en su casa por mercenarios extranjeros, había sido cubierto por la bandera nacional y la banda presidencial en una explanada adornada de flores. Acompañando sus restos, que eran custodiados por soldados de las Fuerzas Armadas, se encontraba la primera dama, Martine, quien resultó gravemente herida en el ataque y ayer acudió al funeral con el brazo derecho en cabestrillo tras ser atendida en un hospital en Florida.

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