Argentina dice adiós a Carlos Menem

La noticia de su muerte causó un gran impacto en la Casa Rosada, donde el actual presidente, Alberto Fernández, decretó tres días de luto nacional en recuerdo de Menem, con quien compartía filas en el peronismo, si bien el exmandatario despertaba odios y pasiones a partes iguales entre sus correligionarios. «Con profundo pesar supe de su muerte. Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, Presidente de la Nación y Senador Nacional. En dictadura fue perseguido y encarcelado. Vaya todo mi cariño a los que hoy lo lloran», escribió en su cuenta de Twitter el jefe de Gobierno.

Los dos mandatos en los que Menem estuvo al frente de Argentina serán siempre recordados por los cambios rompedores que impuso en un momento en que los disturbios, saqueos y la crítica situación económica eran la tónica dominante y habían provocado la dimisión meses antes de su predecesor, Raúl Alfonsín. 'El Turco', como le llamaban sus conocidos por ser hijo de sirios, vio en cambio la salida al caos reinante en una gran apertura comercial y un intenso proceso de privatizaciones de empresas públicas. Estas medidas le permitieron granjearse las simpatías del Fondo Monetario Internacional, los inversores de Wall Street, los republicanos en EE UU y el foro empresarial de Davos.

Con Menem al poder -quien desde 2005 ejercía como senador- llegaron los años de «pizza con champán», como se conoció a ese tiempo de euforia, promovido por su decisión de mantener la paridad entre el peso y el dólar. Ese modelo, que dio buenos resultados al principio, sentó las bases de la crisis de 2001, la peor en la historia del país. Sus fórmulas económicas le llevaron a ser considerado un traidor del peronismo por parte de los exmandatarios Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que este domingo expresó sus «condolencias a su familia, compañeros y amigos».

La reforma constitucional de 1994 -que acortó el mandato del presidente de seis a cuatro años y admitió la reelección inmediata-, la eliminación del servicio militar obligatorio y los indultos a dictadores encarcelados fueron los otros símbolos de la era Menem. Pero también dominaron la escena los escándalos de corrupción que debió enfrentar en los tribunales en los últimos años, si bien sus fueros como senador le evitaron la cárcel.

Menem, el único mandatario latinoamericano en sumarse a la guerra del Golfo, estuvo en prisión domiciliaria preventiva en 2001 por un juicio por contrabando de armas a Croacia y Ecuador. Con el golpe militar de 1976 fue encarcelado cinco años y despojado de su cargo de gobernador de su provincia natal, La Rioja, puesto que ostentó entre 1973 y 1976 y de 1983 a 1989, hasta dar el salto a la Casa Rosada.