Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco JARA
Lima
Lunes, 7 de junio 2021, 11:21
Perú todavía no tenía anoche a su nuevo presidente. El escrutinio de la segunda vuelta de sus elecciones seguía sin clarificarse a falta de escrutarse colegios de la zona rural y el voto de los residentes en el extranjero, que se antoja primordial ante el ... estrecho margen que separaba al candidato de izquierda, Pedro Castillo, de su rival conservadora, Keiko Fujimori.
Los últimos datos difundidos con las autoridades electorales del país andino hacían aventurar un triunfo de Castillo, con el 50,15% frente al 49,84% de Fujimori. Sin embargo, faltaban por abrir un 6,7% de los sobres depositados en las urnas. En principio las actas restantes, al corresponder a áreas rurales y selváticas, deberían favorecer al político progresista. Se confirmarían así las predicciones publicadas durante la campaña.
El país esperó este lunes con ansiedad el desenlace de los apretadísimos y superpolarizados comicios del domingo. Porque la hija del expresidente Alberto Fujimori no se resignaba y veía «opciones matemáticas» para retomar el liderazgo en el recuento gracias al voto del millón de emigrantes que residen en el exterior y cuyos sobres pueden tardar hasta quince días en procesarse. No obstante, la suerte de la política de origen japonés, de 46 años, parecía desdibujarse a cada minuto, aunque tampoco se descartan impugnaciones, lo que retrasaría aún más la definición.
Castillo, maestro de escuela rural de 51 años, reiteró anoche que «solamente el pueblo va a salvar al pueblo», al tiempo que pidió mesura a sus seguidores en su reducto de Tacabamba, en el departamento de Cajamarca, más de novecientos kilómetros al norte de Lima, adonde viajó para esperar el resultado final. Fujimori, guardó silencio, aunque desde su equipo se empeñaron en remarcar el mensaje de que el margen de diferencia era «muy pequeño, de menos de 60.000 votos».
Mientras, la Bolsa de Lima abrió con una fuerte bajada del 7,22%. Además, el dólar se elevaba a un precio récord de 3,94 soles ante la incertidumbre y la ventaja de Castillo.
La cita electoral ha sido supervisada por una misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) al mando de Rubén Ramírez, excanciller de Paraguay. Respaldó en todo momento a labor de las autoridades electorales peruanas.
Fujimori, casada y con dos hijas, parece que cada vez ve más lejos la posibilidad acabar siendo la primera presidenta de Perú, meta para la que ha trabajado quince años desde que asumió la tarea de reconstruir casi desde las cenizas el movimiento político derechista fundado por su padre en 1990. Perder no sólo le implicaría su tercera derrota en las urnas, sino que tendría que ir a juicio con riesgo de terminar en la cárcel.
Fujimori está bajo la lupa de la Fiscalía por el caso de las aportaciones ilegales del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, un escándalo que salpicó además a cuatro expresidentes del país andino. Ya estuvo dieciséis meses en prisión preventiva por esta causa.
Castillo, que salió del anonimato hace cuatro años al liderar una huelga de maestros y que, de vencer, sería el primer mandatario sin lazos con las élites política, económica y cultural, se convertiría en « el primer presidente pobre del Perú», como definió el analista Hugo Otero.
El nuevo presidente asumirá el 28 de julio el poder de un país que ha tenido cuatro mandatarios desde 2018 y que registra la mayor tasa de mortalidad del mundo por la pandemia, con más de 185.000 fallecidos en una población de 33 millones de habitantes. Además, la crisis sanitaria obligó el año pasado a semiparalizar la economía durante más de 100 días, lo que acarreó una recesión y una caída del PIB de 11,12% en 2020.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.