La expresidenta boliviana Áñez intenta suicidarse en la cárcel

Norka Cuéllar, miembro del equipo legal de Áñez, precisó que la exjefa del Estado presentaba tres cortes en la muñeca izquierda y otro en el antebrazo, heridas que fueron suturadas por un médico. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en cambio, restó hierro al incidente al señalar que apenas «tiene pequeños rasguños en uno de sus brazos, pero no hay nada de qué preocuparse». «Las lesiones son superficiales y no han generado ningún daño considerable», añadió.

Las palabras de Del Castillo causaron una gran irritación en los abogados de Áñez. Uno de ellos, Martín Camacho, le llamó «insensible e inhumano» por hablar «de unos rasguños cuando en realidad de lo que se trata es de un hecho grave: un intento de suicidio por la excesiva detención». «Está encerrada desde marzo en una habitación, no tiene permiso ni para salir al patio, ni para ver la luz del día», dijo sobre las difíciles condiciones del encarcelamiento de la exmandataria en el Centro Penitenciario de Miraflores de la ciudad de La Paz.

Áñez, de 54 años, está en prisión preventiva a la espera de juicio, imputada de varios delitos graves cometidos presuntamente durante su breve gestión presidencial, de 2019 a 2020. Se le acusa de terrorismo, sedición y conspiración en el llamado 'caso golpe de Estado' que precipitó la huida al exilio de Morales entre fuertes protestas y denuncias de fraude electoral. Desde el viernes, la Fiscalía la culpa además de genocidio, un nuevo cargo que, según sus letrados, habría agravado su malestar.

El Gobierno ha anunciado que, tras lo ocurrido en el penal, Áñez será sometida a una evaluación psiquiátrica. Su familia y sus abogados exigen que «se defienda en libertad» mientras la UE y EE UU expresaron este domingo su profunda preocupación por lo sucedido.