Marcela Valente
Buenos Aires
Lunes, 22 de octubre 2018, 20:42
En un nuevo y polémico desafío a las reglas de la democracia en Brasil el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro -favorito para la segunda vuelta electoral que se celebrará este domingo- prometió a sus seguidores que cuando llegue al Gobierno hará «una limpieza nunca vista en ... la historia de Brasil». «Vamos a barrer del mapa a esos bandidos rojos», advirtió en alusión a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación izquierdista representada por Fernando Haddad que compite con él para llegar a la presidencia.
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Mediante un vídeo transmitido durante un acto en Sao Paulo, Bolsonaro dijo que «los bandidos» deberán irse de Brasil «o acabarán en prisión». «La patria es nuestra, no de esa pandilla que tiene la bandera roja y la cabeza lavada», clamó. Por si quedaban dudas se refirió al expresidente Luis Inacio Lula da Silva como «el bandido que está en Curitiba», la prisión donde está desde hace seis meses. «Se van a pudrir en la cárcel» aseguró y anunció que cortará «las ventajas» de los reclusos.
«En breve irá también (el senador del PT) Lindebergh Farias para jugar al ajedrez o al dominó», se mofó. «Y esperen que Haddad va a llegar pero no para visitarlo (a Lula) sino para quedarse años a su lado, ya que se quieren tanto», ironizó. Bolsonaro tildó también de «bandidos» a los integrantes de movimientos sociales sin tierra y sin techo y dijo que sus acciones serán tipificadas como «terrorismo». El candidato ya había advertido de que los propietarios rurales podrán estar armados en su defensa para el caso de invasiones de tierras.
Las palabras de Bolsonaro se conocieron el pasado domingo a la noche -madrugada de este lunes en España- después de la reacción tibia de la presidenta del Tribunal Superior Electoral, Rosa Weber, quien minimizó los exabruptos del candidato y de su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro que atacó al Supremo Tribunal Federal. En un vídeo el legislador advirtió que para cerrar la Corte bastaba con «un soldado o un cabo».
El diputado se disculpó y su padre consideró que fue «sacado de contexto». «Ya advertí al chico», aclaró el candidato ultra refiriéndose a su hijo de 34 años. Pero diversos miembros del Supremo repudiaron sus expresiones. Lo consideraron «golpista», «irresponsable» e «irrespetuoso». El juez Alexandre de Moraes dijo que la Procuraduría General debería iniciar una «inmediata investigación» por la amenaza del diputado que fue el más votado de Sao Paulo.
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