Una familia Ucraniana cruza la frontera de Polonia. Reuters

Alemania ofrece «apoyo masivo» ante la prevista crisis migratoria

La Cruz Roja Internacional ha instalado ocho puntos de acogida en la frontera entre Polonia y Ucrania

Joana Serra

Berlín

Jueves, 24 de febrero 2022, 16:47

Alemania, una potencia europea que se mueve con timidez en lo militar, ofreció en cuanto la guerra se hizo realidad aquello que sí ha sabido hacer en su historia reciente: ayuda humanitaria frente a la previsible crisis migratoria que se derivará del ataque a Ucrania.

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«Seguimos con gran atención los movimientos de refugiados hacia nuestros países vecinos. Apoyaremos masivamente a los afectados, especialmente a Polonia», afirmó la ministra alemana de Interior, Nancy Faeser. Su Ministerio está «en permanente contacto» con las autoridades polacas y con la Comisión Europea (CE) para poder actuar «rápidamente», añadió la ministra, del Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz.

Polonia y los países bálticos se preparan para atender a quienes huyen de unos ataques que, a las pocas horas de iniciarse, ya estaban en la región de Kiev. La Cruz Roja Internacional ha instalado ocho puntos de acogida en la frontera entre Polonia y Ucrania. Estonia y Letonia están ante un gran desafío defensivo, por ser fronterizos con Rusia, mientras que Lituania sufrió en los últimos meses la presión de la inmigración ilegal impulsada desde Biolerrusia hacia su territorio.

Para el ciudadano alemán, la «ayuda masiva» a la acogida de refugiados remite a la situación vivida en 2015, cuando la entonces canciller Angela Merkel mantuvo abiertas las fronteras de su país mientras otros socios las cerraban. Alemania recibió ese año casi un millón de asilados, en una crisis precipitada por el conflicto sirio que colocó a Merkel bajo presiones casi insostenibles y críticas desde su bloque conservador.

Polonia rechazó luego todas las propuestas de la UE para un reparto equilibrado de esos refugiados, que solo empezaron a reducirse cuando se cerró la llamada «ruta de los Balcanes». En total fueron unos dos millones de refugiados los recibidos por Alemania entre ese 2015 y 2019.

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«La guerra de Putin»

El tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales respondió con la oferta de ayuda «masiva» a lo que Scholz calificó de «la guerra de Vladímir Putin». Las condenas a la «ruptura flagrante del derecho internacional» –en palabras de Scholz-- se sucedieron a lo largo de toda la mañana. Dos ministros de los Verdes, la de Asuntos Exteriores y el de Economía, Annalena Baerbock y Robert Habeck, dejaron claro que a la suspensión del Nord Stream 2 seguirán otras medidas.

El canciller había anunciado el martes la suspensión de la licencia al Nord-Stream 2, como le venían reclamando sus socios verdes. De ese gasoducto, terminado el año pasado pero que aún no ha entrado en funcionamiento, no depende aún ningún suministro, pero sí del Nord-Stream 1, por el que desde 2011 fluye el gas ruso hasta Alemania a través del Báltico.

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«Estamos en condiciones de garantizar el suministro de gas sin tener que contar con Rusia», afirmó Habeck. «No podemos ser dependientes de un país que viola el derecho internacional», añadió el titular de Economía y vicecanciller en la coalición de Scholz. «Las mentiras y desinformación de (Vladímir) Putin se han confirmado», afirmó por su parte Baerbock, para instar a sus nacionales a abandonar de inmediato Ucrania «por vías seguras» o a ponerse «a salvo», en caso de que no les sea posible ya dejar el país.

En esta dramática situación, en las redes sociales se multiplicaba la pregunta de dónde está el excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder. Fue en la última fase de su gobierno, en abril de 2015, cuando suscribió con su amigo y aliado político, el presidente Vladímir Putin, el acuerdo por el que nació Nord-Stream.

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Tras su retirada del poder se convirtió en presidente del consejo de administración de Nord-Stream. El próximo junio debería ingresar el consejo de vigilancia de Gazprom, el consorcio ruso propietario del gasoducto. Para el SPD, Schröder era ya una figura incómoda desde hace semanas, puesto que seguía defiendo la posición de Putin. Ayer, desde los Verdes se pedía se le incluyera en el paquete de sanciones contra Rusia. Finalmente, Schröder rompió su silencio para admitir que Rusia es «responsable» de esa guerra y pedir, sin embargo, que no se «rompan» los vínculos económicos y civiles con Moscú.

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