La UE amplía sus cometidos en la operación naval en Libia

La operación 'Sophia' se puso en marcha hace un año para luchar contra las redes de tráfico de seres humanos en el Mediterráneo central, pero Naciones Unidas dio su aprobación la semana pasada a que se hiciera también cargo de velar en alta mar por el cumplimiento del embargo de armas impuesto a Libia en 2011.

Esta operación naval fue decidida por los responsables europeos en la primavera de 2015 tras un trágico naufragio frente a las costas de Libia en el que perdieron la vida 850 migrantes que querían llegar a Italia.

'Sophia' contribuyó a salvar desde hace un año a unos 16.000 migrantes y condujo a la detención de unos 70 traficantes. Su mandato "se reforzó con el añadido de dos tareas" nuevas: "el entrenamiento de los guardacostas y marinos libios y la contribución a la aplicación del embargo de la ONU sobre las armas en alta mar, cerca de Libia", según el comunicado.

Barcos de apoyo

Cinco barcos, apoyados por tres helicópteros y cuatro aviones, participan actualmente en la operación en el Mediterráneo, pero están limitados a las aguas internacionales.

Para que pueda cumplir sus nuevas misiones, se necesitan otros tres barcos -uno de ellos dedicado a la formación, según un alto mando militar de la UE que habló con los periodistas, bajo condición de anonimato, durante la reunión de ministros de Exteriores de Luxemburgo.

Un barco específico se encargará, en un primer momento, de la formación de un centenar de oficiales y suboficiales del cuerpo de guardacostas o de la marina libia.

Para poder actuar con eficacia contra el tráfico de armas, la zona de operaciones de la misión de la EUNAVFOR Med/Sophia fue extendida hasta la altura de la ciudad de Derna, en el oeste del país, a unos 200 kilómetros de Egipto.

Cubre ahora un 80% de la costa Libia, pero limitándose todavía a las aguas internacionales, es decir a 12 millas de distancia de sus costas.