La virgen Rosalía

Rosalía está más que acostumbrada a vivir en el centro de la polémica. Si el anterior año ha sido para ella triunfal en lo profesional, también sus palabras o actitudes la han situado en varias ocasiones en la diana mediática, como en su sonado enfrentamiento con Vox –en las anteriores elecciones generales envió un tuit que decía 'Fuck VOX' (que le jodan a VOX)– o su desafío a los colectivos animalistas vistiendo abrigos de pieles.

La última controversia la han generado unas imágenes en las que algunos han visto una actitud irrespetuosa con sus creencias: en la primera aparece vistiendo un albornoz rosa de lunares y zapatilas de pedrería; la segunda es una estampa de la virgen María, junto a un 'emoji' de una paloma. La cosa no tendría importancia si no fuera por la pose que la artista adopta con sus manos, en las que parece imitar a la madre de Jesús.

Las recriminaciones no se han hecho esperar, desde quienes lamentan su «falta de respeto» a los que directamente le acusan de «blasfemia». «Te crees una diosa», le espeta uno. «Se te ha ido la olla bastante pronto», critica otro. «¿Pero quién te has creído tú? ¡Papanatas! ¡Es que ni por virgen ni por llamarte María!», se enciende un tercero.

Con más de ocho millones de seguidores en Instagram, la cantante barcelonesa no se ha quedado sola frente a sus críticos. Más de 1,2 millones de 'me gusta' y más de 6.000 comentarios, la mayoría obviando la controversia para centrarse en sus éxitos artísticos, la han respaldado. Incluso hay quien optó por bautizarla como 'Diosalía'.

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