Rubén, el seductor de Estefanía, vuelve a 'La isla de las tentaciones'

Eso sí, sus nombres volvieron a colarse antes de tiempo, y es que esta perece ser la edición de las filtraciones. Sandra Barneda anunció a bombo y platillo que solo iban a desvelar la identidad de uno de ellos, que resultó ser Rubén, pero las redes ya habían descubierto antes al galán, y también a la conquistadora, aunque en Telecinco parece que no van a confirmarlo hasta el jueves.

Fiama y Rubén son los flamantes conquistadores que aterrizan en el paraíso dispuestos a ponerlo patas arriba. Cabe recordar que el joven fue quien provocó el grito más famoso del programa tras engatusar a Estefanía. Y la ahora colaboradora, cuando vio a su embaucador, estalló: «A mí me dejó en la última hoguera porque dijo que no podía estar con una chica que había sido infiel. Entonces, ¿qué haces ahí ahora?», se preguntaba con ironía Fani recordando cómo se dio de bruces con la realidad una vez fuera del formato. Aquello fue un paripé y ahora Rubén regresa para tratar de repetir la jugada.

Por su parte, Fiama (que no entrará oficialmente hasta la próxima gala) comenzó su carrera catódica como pretendiente en 'Mujeres y Hombres y Viceversa' donde conoció a Alex. Ambos se prometieron y de ahí a la isla, a probar su amor. Y el ensayo fracasó. Salieron juntos, pero rompieron nada más apagarse las cámaras. Y cuidado, porque en las redes aseguran que la nueva soltera acabará acercándose demasiado a Manuel, el novio de Lucía, ese que no paraba de llorar por su chica. De momento, en uno de los avances que Barneda presentó ayer, Lucía aseguraba que quería marcharse de la isla. Ya veremos.

Los que están en el punto de mira son Diego y Lola. Ella está entusiasmada con Simone, y él guarda las distancias con todas las tentadoras. «Me dejo llevar por un abrazo, pero después pienso que no lo tenía que haber dado… y luego lo vuelvo a hacer», sollozaba la chica pendiente de lo que iba a ver su novio. Aunque la verdadera preocupación de ambos parece ser el perro que tienen en común. «Si ella se lía con el chaval ese, el perro es mío y se queda conmigo», amenazaba él desde la distancia. Y sin ladrar, Simone atacaba sutilmente. «Cuando te miro y lloras me pones muy triste», brindaba el muchacho a una Lola con ojos brillantes.

Jesús y Marina son la otra pareja que se juega el futuro. «Se que Jesús se va a molestar», le comenta la joven a sus compañeras refiriéndose a su relación con Isaac. Y el soltero no se amilana y le dice a Marina que se molestaría si le da una cita a otro de los pretendientes. Tampoco hay mucho más que decir de estos dos a sabiendas de que al programa se le han escapado imágenes de alta temperatura en la que ambos se lían. Pero en el debate siguen el juego con otros tiempos.

La guinda a una velada un tanto insulsa la pusieron Tom, Sandra y Melyssa. El trío se juntó en plató y se echaron los trastos a la cabeza. Sandra está molesta porque la semana pasada Tom aseguró que tenía a Melyssa en su corazón. «Pues siento decirte que hay imágenes para ti», anunciaba la presentadora. Y es que el marroquí, muy caballero, le puso su chaqueta a Melyssa sobre los hombros y la invitó a un café. «Estos dos solo quieren televisión y no quiero que me metan en medio», avisó Melyssa que, por supuesto, rechazó el café. Y poco más dio de sí la noche.