Imagen de la boda de Antonio David Flores y Rocío Carrasco en 1996. rtve

Rocío Carrasco niega haber sido infiel a Antonio David su último verano

documental controvertido ·

Pedro Carrasco recomendó a su hija que esperase un tiempo antes de separarse. «Te va a hacer la vida imposible», le dijo

joaquina dueñas

Lunes, 5 de abril 2021, 00:50

Los sucesivos episodios de la vida de Rocío Carrasco siguen despertando expectación domingo tras domingo. El programa comenzaba con un desmentido oficial de la productora en referencia a la remuneración de la protagonista. Desde Telecinco se habla de una revictimización de Rocío al cuestionar ... su testimonio por el hecho de haber cobrado por su entrevista, al tiempo que lamenta que se hayan barajado cifras muy alejadas de la realidad. S

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Según el comunicado de la cadena, la hija de Rocío Jurado habría estado barajando hablar desde hace más de un año y «solo cuando se ha sentido preparada ha querido hablar en primera persona desde el corazón». Una catarsis que según señalan«está siendo realmente liberadora para ella según han corroborado sus psicoterapeutas» quienes precisamente le recomendaron que hablara públicamente de su situación.

En el texto leído por la presentadora Carlota Corredera, que está al frente del espacio 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', confirman que «en ningún momento pidieron dinero» y más aún, «no pidieron nada a cambio». Sin embargo, fue la propia productora quien consideró adecuado ofrecer una contraprestación económica que jamás se cuestionó ni por parte de ella ni por su marido, Fidel Albiac. «Solo nos pidió que la escucháramos», concluye.

El cuarto capítulo arranca contando hechos de 1999, cuando comienza la batalla judicial del exmatrimonio con acusaciones cruzadas de infidelidad y comienzan las primeras informaciones que ponen en duda el comportamiento de Rocío como madre. Tanto es así que reprocha Antonio David estar en connivencia con un fotógrafo para retratarla con cada hombre que estuviera cerca de ella para publicar que era su pareja y que le estaba siendo infiel y además, repartirse las ganancias. «Ese verano comienza el vapuleo mediático» pero también ese verano «aparece Fidel», cuenta, esta vez sí, entre sonrisas.

¿Flechazo con Fidel?

Relata cómo vio llegar mientras comía pipas a Rocío Mestre con su pareja que resultó ser Fidel Albiac. «Un impacto», dice ella que sintió cuando lo vio y asegura «desde ese momento, no sabía cuándo ni cómo pero de alguna forma, era 'pa mi'». Nació una amistad y según dice ella, nunca estuvo con él mientras fue pareja de Rocío Mestre y fecha el inicio de su relación en octubre de ese mismo año, disipando cualquier posibilidad de infidelidad.

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Se acaba el verano Rocío volvió a Madrid después de 8 de septiembre con la firme determinación de poner fin a su matrimonio. En ese momento, Antonio David decide acompañarle para hablar con Rocío Jurado y con Pedro Carrasco, sin embargo, la deja sola para comunicarle la ruptura a la familia de él en Málaga. En casa de Rocío Jurado, él llora desconsolado y Rociíto explica que su madre, al verlo así, le dijo que no se podía separar mientras que su padre le dijo «Rocío, hazlo, pero no lo hagas ahora, déjale que se le pase, te va a hacer la vida imposible, no lo hagas ahora». Aunque ella siguió firme en su postura.

«Tras esa reunión me fui a Málaga y conté a grandes rasgos lo que me había ocurrido y por el motivo por el que yo me separaba: que me había sido infiel con una chica de un bar de Chipiona y que yo lo había visto y su madre empezó a gritarme y a decir que me había aburrido y que lo había usado para salir de mi casa. Una hermana de él fue más allá pero la paré en seco y le di un repaso y ahí quedó la cosa», cuenta la protagonista.

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Sembrar la sospecha

A partir de la comunicación oficial, llega la persecución según explica la hija de 'la más grande' sembrando la sombra de la sospecha sobre ella y hablando de continuas infidelidades. Pero ella no duda en afirmar que jamás fue infiel al que todavía era su marido, a pesar de que ya no compartían vida. Tanto es así que tras un fin de semana en el que Rocío se reúne con amigos en casa, él llega por la mañana acompañado de fotógrafos y de sus cuñados buscando a un supuesto amante.

Fue en ese momento cuando se repitió otra presunta agresión en las escaleras de la casa de La Moraleja donde él la zarandea, provocando supuestamente que ella se golpee contra una estatua. Una casa de la que Antonio David se negó a abandonar después de que su mujer se fuera de ese domicilio conyugal argumentado razones legales.

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Según Rocío Carrasco, el tiempo que él estuvo allí hizo que la convivencia en esa casa fuera «horrorosa y terrible», de modo que Rocío Jurado le hace un requerimiento notarial para que aprovechando un viaje de la cantante y su marido, José Ortega Cano, él proceda a abandonar la casa. Rocío Carrasco y sus hijos ya se habían ido, pero él no se va. «Mi madre se va con José y cierra la casa y él tiene ya un piso que ha alquilado en San Sebastián de los Reyes, pero él, sabiendo que mi madre ya no está, coge un notario y un fotógrafo y empieza a llamar al timbre y a llorar y a decir que no le abren la puerta, relata Rocío.

«Mi madre no lo adoraba, mi madre lo temía como al demonio, no quería un escándalo», reconoce a la vez que afirma «que ella le temía, no tenía la valentía de echarlo», llegando a asegurar que «mi madre sabía de lo que era capaz y mi madre vivió toda su vida que este señor estuvo en la mía acojonada y cagada».

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A pesar de todo, ella afirma rotunda que siempre ha puesto a sus hijos por delante por lo que «jamás he hablado mal del padre de mis hijos y no lo he hecho por ellos. Quiero pensar que con mi actitud he conseguido que sufran un poco menos». Un terrible capítulo que termina con un robo en el que la hija de Pedro Carrasco acusa a su exmarido: «Quien se lleva una caja fuerte de mi dormitorio de La Moraleja es el padre de los niños. En esa caja fuerte tenía joyas mías, un anillo que me regaló mi padrino cuando era una niña y que mi madre estuvo guardando hasta que fui mayor de edad, un Rolex de acero… Había relojes míos, de Cartier, había documentos, papeles míos», detalla Rocío Carrasco a la vez que recuerda que no se dio cuenta de que faltaban esas cosas hasta un día que fue a coger sus cosas y descubrió que no estaban.

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