Birgitta, la hermana de Carlos Gustavo de Suecia, fallece en Mallorca a los 87 años

Las banderas de los palacios de Drottningholm y de Haga ondearon este jueves a media asta en memoria de la princesa Birgitta, hermana del rey Carlos Gustavo de Suecia, que falleció el miércoles en Mallorca a los 87 años. «Con gran tristeza he recibido este jueves la noticia de que mi hermana, la princesa Birgitta, ha fallecido. Mi hermana era una persona pintoresca y franca a la que mi familia y yo extrañaremos profundamente. Junto con toda mi familia, hoy envío mi más sentido pésame a los hijos y nietos de la princesa Birgitta», expresó el afligido monarca nórdico en el comunicado oficial.

Un mensaje que recuerda que «la princesa fue viuda del príncipe Juan Jorge de Hohenzollern y luego vivió durante mucho tiempo en el extranjero. La princesa deja atrás a tres hijos con familias». Aunque gran parte de su vida transcurrió en Alemania y posteriormente eligió Mallorca para su retiro dorado, sus restos mortales descansarán en el cementerio real del parque Hagaparken, al norte de Estocolmo, rodeado de naturaleza. Está previsto que el entierro sea una ceremonia íntima con la asistencia de su círculo familiar más cercano.

Birgitta Ingeborg Alice era la segunda hija del príncipe heredero Gustavo Adolfo y la princesa Silbia. Nació el 19 de enero de 1937 en el castillo de Haga, donde creció y donde actualmente vive la princesa heredera Victoria de Suecia y su familia. Su infancia, como la de sus hermanos, fue tranquila y feliz hasta el trágico fallecimiento de su padre en un accidente aéreo en Dinamarca en 1947, solo un año después del nacimiento de su hermano pequeño, Carlos Gustavo, actual rey sueco.

Tras estudiar sus primeros años en el palacio real, a los 14 años comenzó en la escuela francesa para continuar su formación en el exclusivo centro femenino Chateau-d'Oex en Suiza. Fue campeona sueca de esgrima y era aficionada al tenis y al golf, deporte que siguió practicando hasta sus últimos días en Mallorca. Tan aficionada era a la actividad física, que se formó como directora en el Instituto Central de Gimnasia e incluso escribió un libro sobre deporte.

Durante un tiempo, ejerció como representante de su país, participando en visitas de Estado y todo tipo de actos oficiales hasta que se trasladó a Alemania para formar su familia. Su historia de amor comenzó cuando en 1959 decidió mudarse a Múnich para estudiar alemán. Allí conoció al príncipe e historiador del arte Johann George von Hohenzollern-Sigmaringen, con quien se casó en 1961 y con quien tuvo tres hijos: Carl Chistian, Desiré y Hubertus. Durante su etapa en Alemania trabajó como modelo de fotografía y en los años 80 abrió su propia tienda de ropa.

Inquieta por naturaleza, se enamoró de Baleares y eligió Mallorca como su paraíso particular. Madre de tres hijos y abuela de nueve nietos, se separó en 1990. Fue entonces cuando decidió instalarse definitivamente en la isla española donde disfrutaba de sus playas, alejada de cualquier rastro de boato. Las últimas imágenes que había de ella eran de antes del verano, comprando plantas para decorar su casa, donde amadrinaba el torneo de críquet de Santa Ponça.