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Jan Taminau es a Máxima de Holanda lo que Felipe Varela a doña Letizia. El diseñador holandés es el modista de cabecera de su soberana. «Es una persona muy importante. Me permite ser yo mismo y eso como clienta, es lo mejor, porque entonces ... consigues lo mejor de mí», afirma con la ilusión de un niño. No en vano, sigue sin poder creerse que vistiera a la reina en la ceremonia de coronación de su marido, el rey Guillermo Alejandro. Aquel vestido azul klein con cuerpo de encaje y majestuosa capa es parte de la historia.
Su idilio estilístico - el romántico es con el coleccionista de arte español Juan Varez- comenzó con un chaqueta confeccionada con la tela original de una saca de correos que la entonces princesa heredera se enfundó para acudir a la inauguración de la bienal de moda de Arnhem en la edición de 2009. Un acto que hizo que otras monarcas, como Matilde de Bélgica, también requiriesen sus servicios. «Es como un sueño hecho realidad, porque cuando era pequeño dibujaba vestidos en mi cabeza para reinas y princesas, y quieres que esos diseños puedan verse en una gran gala. Te das cuenta de que esa parte de fantasía puede materializarse», enfatiza con modestia el hombre que ha logrado desvelar la faceta más sensual y favorecedora de Máxima.
Soberanas de la música como Lady Gaga, Rihanna o Beyoncé tampoco quisieron quedarse sin enfundarse alguna de sus obras -en este caso más excéntricas-, que también se pueden apreciar en la película 'Los juegos del hambre'. Alguna de esas piezas especiales o sus prototios están expuestas en la tienda que hoy inaugura en el cotizado barrio de Salamanca madrileño, tan solo un par de semanas después de hacerlo en Ámsterdam.
Con este nuevo proyecto pretende llegar a nuevas «reinas» gracias a una colección que «consiste en construir un fondo de armario con la cliente, seleccionar aquellas que querrías dejar a tu hija más adelante», porque él ya está de vuelta de todo. «No quiero hacer moda y no me preocupan las temporadas». El talento desarrollado en estos 15 años en la alta costura fue reconocido el año pasado con una original retrospectiva en el Museo Central de Utrecht.
Taminau se ciñe a su estilo femenino con cierto aire nostálgico, «pero realmente hablo de la mujer actual, que viaja, es madre, trabaja... Tiene varias personalidades en una jornada». «Yo quiero formar parte de ese día a día». Por eso, en su local madrileño no solo hay alta costura, también se pueden adquirir prendas más informales 'ready to wear' (listas para llevar) con las que poder jugar y combinar, por ejemplo, con un pantalón vaquero. También oferta una gran variedad de llamativos accesorios y trajes de novia, sector en el que se dio a conocer antes de que Máxima irrumpiese en su vida.
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