Las mascarillas de lujo con las que las celebridades se enfrentan al coronavirus

Eso sí, la compañía está rastreando su web «de forma continuada» identificando a los comerciantes que ponen estos importes sobredimensionados y retirará las ofertas que violen cualquiera de sus políticas. Las últimas en aprovechar la coyuntura han sido las firmas de lujo, que también han empezado a vender mascarillas a precios no aptos para todos los bolsillos.

Durante esta semana ha dado comienzo la Fashion Week de París y muchas caras conocidas se dirigen a la capital gala para acudir a los desfiles con el último complemento de moda, la mascarilla para protegerse del COVID-19, que en Francia cuenta ya con dos fallecidos. Por eso, los diseñadores no han tardado en añadirlas a sus colecciones.

La actriz Gwyneth Paltrow la llevaba puesta en el avión con destino a París. En su cuenta de Instagram ha subido una foto donde aparece con ella y afirma: «¿Paranoia?, ¿prudencia?...», además de mandar una serie de consejos para evitar el contagio.La modelo internacional Bella Hadid es otra de las famosas que no ha dudado en fotografiarse con la mascarilla durante su vuelo a la capital gala. La actriz española Úrsula Corberó, conocida por su personaje Tokio de la serie 'La Casa de Papel', también compartió una imagen con ella puesta durante su estancia en Japón.

El diseñador y director creativo de Off-White y Louis Vuitton, Virgil Abloh, es uno de los responsables de crear estas mascarillas tan demandas y cotizadas. Sus diseños están causando sensación entre las 'celebrities' y se pueden adquirir por un precio que no llega a los 100 euros. Fendi tampoco se queda atrás y también ha lanzado sus propios diseños con mascarillas de lujo por unos 200 euros y tiene varios modelos de tela con el monograma de la marca en terciopelo negro.

Con la expasión del brote en Italia, en España han aumentado los casos y su desembarco puede ser inminente en Euskadi, donde no se ha registrado aún ningún positivo, ya que se han descartado los 29 casos sospechosos. Con la situación actual, no deben usar mascarilla las personas sanas en su vida diaria. Quienes sí deben ponérselas son los infectados por el coronavirus para no contagiar a otros, el personal sanitario que atiende a los infectados y los familiares de los pacientes.