arantza furundarena
Domingo, 2 de junio 2019, 13:32
Ha heredado la voz grave de su madre, Blanca Romero, pero no su locuacidad. La asturiana Lucía Rivera mide sus palabras ante la prensa con mayor cautela de la que su novio, Marc Márquez, pone al trazar las curvas en un circuito. ... Ella también es precoz. Con solo 20 años ya se ha abierto camino como modelo en París. Adoptada cuando apenas tenía dos añitos por Cayetano Rivera, el entonces marido de su madre, Lucía ha mantenido a lo largo de los años una relación oscilante con el famoso torero. El miércoles, a solo tres días del bautizo del pequeño Cayetano, su hermano por parte de padre, la joven amadrinó la inauguración de Casa Corona en Madrid, «un espacio –dijo– que a mí me da mucha calma y me parece ideal para tomarte una cervecita con los amigos». Y, desde esa tranquilidad, anunció que no acudirá al bautizo «por motivos de trabajo».
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El magno acontecimiento tendrá lugar hoy y promete traer cola. A las doce y media del mediodía, el hijo de Eva González y Cayetano Rivera será acristianado en la iglesia del Espíritu Santo, en la localidad malagueña de Ronda. La ceremonia será oficiada por Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, el sacerdote que casó a la pareja, y el tradicional convite se celebrará en El Recreo de San Cayetano, la finca familiar (ahora reconvertida en hotel rural) que perteneció a Antonio Ordóñez, mítico matador de toros y bisabuelo paterno del niño. Pero, como vino a decir el miércoles Lucía Rivera, al fin y al cabo qué es un bautizo... «Para mí –explicó–, al final es solo un encuentro, un día más en la vida. No puedo estar presente ese día en concreto, pero estaré en muchos más».
Lo malo es que la de Lucía podría no ser la única ni la más sonada 'espantá' en ese bautizo de campanillas. Fran Rivera, hermano del padre de la criatura, es otro que ha declinado la invitación y por idénticos motivos que su sobrina: él también trabaja este sábado 1 de junio. Concretamente, torea en Cádiz. El diestro ha querido dejar claro que la corrida la firmó mucho antes de conocer la fecha del bautizo de su sobrino Cayetano... Aún así, se diría que para los Rivera la agenda laboral está por encima de todo. «El trabajo es lo primero para mí –reitera Lucía–. Obviamente, la familia también es muy importante, pero el trabajo es el trabajo. Y en el futuro ya sacaré los huecos que pueda para verlos».
De armar «fiestas guays»
Se refiere la modelo a Cayetanito, Cayetano y Eva González, con quien dice mantener una relación correcta, «la relación normal que se puede tener con la novia de mi padre, como la que tendré con el futuro novio de mi madre... cuando se lo eche». El 'cuando se lo eche' viene a cuento de que Blanca Romero, que fue madre en solitario de Lucía y ahora lo es del pequeño Martín, lleva años sin pareja estable. Muy unida a ella, la joven la define como una mujer fuerte e independiente, volcada en sus hijos. «Su felicidad es la mía. ¡Yo quiero un buen novio para mi madre! –proclama con una sonrisa–, malo no lo quiero para nada, quiero que encuentre uno bueno de verdad».
Lucía ya lo ha encontrado. Se llama Marc Márquez, tiene 26 años y ha sido siete veces campeón del mundo de motociclismo en tres categorías diferentes. Semejante 'crack' de los circuitos ha entrado sin derrapar en casa de Blanca Romero, que ya lo quiere como a un hijo. «Otro más para sufrir –dice la asturiana con su habitual desparpajo–. Otro más para ponerle una vela a La Santina cada semana». Lucía, por su parte, con su personal hermetismo, no quiere dar muchos detalles sobre su relación con Márquez. Admite que ambos se sienten «felices» y que su idilio va 'p'alante'.
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La modelo tampoco se ha permitido entrar a valorar las polémicas declaraciones de su tío Fran acerca del suicidio de una empleada de Iveco tras la difusión de un vídeo sexual. «Tenemos relación, pero la justa –precisa–. Y tampoco sé muy bien lo que dijo. Cada uno que exprese la opiniones que quiera, yo estoy pendiente de mi vida y ya está». Con las vacaciones de verano en el horizonte, la hija de Cayetano no desvela qué destino ha escogido para descansar («No os voy a dar pistas»), pero sí adelanta que piensa organizarse para pasar algún rato con su madre, su padre, su pareja y sus amigos... «A mí me encantaría juntarlos a todos porque yo soy muy de mezclar a la gente y armar fiestas guays», dice a sus veinte años Lucía Rivera.
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