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arantza furundarena
Lunes, 22 de junio 2020, 16:43
Felicidades mami-chuli, cumples 44 pero sigues teniendo 15», escribió en sus redes Lucía Rivera el pasado 2 de mayo. Era su forma de homenajear a Blanca Romero, su madre, con motivo de su cumpleaños. Apenas dos meses antes, las dos modelos (de tal palo, ... tal astilla) habían posado juntas en una playa mexicana para la firma Women'secret. Allí les sorprendió el aviso del estado de alarma y regresaron a España «por los pelos». Basta con ver sus fotos en bañador para confirmar que Blanca está más cerca de aparentar la edad de su hija que la suya propia. Lucía además ha salido a su progenitora en su capacidad para meterse en jardines a la hora de hacer declaraciones a la prensa. Las últimas han dejado una pregunta en el aire... ¿Es bisexual la hija adoptiva de Cayetano Rivera?
Con un veraniego vestido blanco cruzado, la modelo inauguró el miércoles los eventos madrileños 'pospandemia' como imagen de la firma de bolsos y artículos de viaje Anekke, en un antiséptico ambiente repleto de mascarillas, distanciamiento y desayunos envasados. Había expectación por conocer cómo lleva su ruptura con el piloto Marc Márquez, cuyo romance no ha sobrevivido al confinamiento. Pero la joven no estaba por la labor de dar explicaciones. «No me gusta hablar de amor, porque no soy profesional en ello. Hablo de moda. Le guardo un cariño enorme, pero hasta aquí», aseguró al diario 'Abc'. Con el portal Vanitatis fue aún más escueta: «Tengo 21 años y la vida es bella».
Sin embargo, fue bastante más explícita cuando le preguntaron por su presunta relación con el modelo Álex Sánchez de Mora. «Es solo un amigo. ¿Por qué siempre me emparejáis con hombres? No entiendo por qué se da por sentada mi sexualidad; hay que abrir la mente. Me da rabia que se dé por sentada la sexualidad de las mujeres. Es un poco micromachismo», soltó. Y no hizo falta más. Por internet circula ahora el siguiente titular: «Lucía Rivera insinúa que es bisexual».
Si la modelo gijonesa está convencida de que, tras el confinamiento, «los buenos han salido más buenos y los malos, más malos», podría decirse que ella ha salido aún más cañera. Le viene por parte de madre, que es asturiana, pero muy flamenca. De hecho, según ha relatado su hija, Blanca Romero descubrió durante el encierro domiciliario que su auténtica vocación era taconear, «y se compró un tablao». A Blanca, Lucía le ha pedido «que no me dé consejos mientras trabajamos, porque las dos tenemos un carácter muy fuerte».
Hija de un modelo internacional muy cotizado en los 90 y adoptada cuando apenas tenía dos años por el torero Cayetano Rivera (exmarido de su madre), Lucía ha compartido el confinamiento en Asturias con su progenitora y su hermano, Martín, de siete años. «Lo he llevado bien porque los adoro. Con un niño pequeño he estado como una niña pequeña. Pero también he echado de menos a mis abuelos». Llegado el momento, también empezó a añorar a sus amigos e incluso su piso de Madrid... «Necesitaba mi casa, mi ropa, mi vestidor, mi maquillaje y mis cremas».
Pero lo que realmente le faltaba a esta modelo vocacional era el trabajo. «Al final, es lo que más quiero y añoro, porque la familia ya la tenía a mi lado». El estado de alarma le llegó en un momento cargado de proyectos, en el que estaba dudando si establecerse temporalmente en Los Ángeles, Australia o París. «Me quedé con las ganas», admite. Pero ahora mismo no se plantea viajar tan lejos. «Me da miedo que entremos en pandemia otra vez y que me pille, por ejemplo, en Australia. Mi familia aquí y yo sola... Me daría mucha ansiedad». Por ese motivo, sus proyectos para este verano son menos ambiciosos. «Me acostumbraré a la 'nueva normalidad', respetando lo que se pueda hacer», afirma.
La experiencia del confinamiento ha enriquecido la personalidad de Lucía Rivera y le ha descubierto la meditación. «Me he humanizado mucho más, estoy aprendiendo a empatizar, a centrarme en mí y a dejar de lado lo demás. Creo que esto me ha hecho madurar muchísimo y aprender muchas cosas buenas», confiesa a la revista '¡Hola!'. Del encierro ha salido también «tranquila y soltera». Porque salir con un novio... «me habría parecido un milagro». El duelo por su ruptura con Marc Márquez espera «pasarlo en Los Ángeles». Ahora mismo la profesión de modelo es su única pasión. «El trabajo es lo primero para mí», recalca. De momento, como modelo. Más adelante, quizás como actriz... «Sobre todo -apunta- si me proponen ser chica Almodóvar».
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