S. zamora
Lunes, 3 de febrero 2020, 12:11
Desde que Beatriz de York y Edoardo Mapelli anunciaran su compromiso en septiembre de 2019, no han ganado para sobresaltos. La ilusión con la que la nieta de Isabel II hiciera pública su intención de casarse este año con el acaudalado empresario italiano se ... fue ensombreciendo a medida que se sucedían los escándalos en la familia. El anuncio no pudo llegar en peor momento, ya que se produjo tras el escándalo sexual de Jeffrey Epstein que salpicó a su padre, el príncipe Andrés. Este intentó aclarar en una entrevista su relación con el empresario para que su hija celebrase la boda en el mejor clima. Sin embargo, logró el efecto contrario y acabó renunciando a seguir en la primera línea de la familia real británica. Como resultado de esta situación, tanto Beatriz como Eugenia, las dos hijas del príncipe Andrés, fueron apartadas de la prensa y todo hizo pensar que la boda de Beatriz no iba a parecerse en nada a la de su hermana Eugenia, que se celebró en el castillo de Windsor.
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Una polémica tras otras
Pese a ese llamamiento a la discreción, apenas unas semanas después, la Casa Real volvía a estar en el punto de mira de los británicos con la decisión inesperada del abandono del príncipe Harry y Meghan Markle como miembros de la misma. Con tanta polémica, se llegó a un acuerdo con la pareja para que asumiera los gastos de manera privada y así no tener que recurrir al bolsillo del contribuyente y generar más malestar.
Sin embargo, la ceremonia, que previsiblemente se celebre a finales de año, puede dar ahora un giro de 180 grados después de que la reina Isabel II haya decidido compensar a su nieta por tanto disgusto. Según el diario británico 'Daily Mail', la soberana habría ofrecido a su nieta Beatriz el palacio de Buckingham como lugar de celebración del enlace. El mismo donde el príncipe Guillermo celebró la recepción de su enlace con Kate Middleton. Desde entonces no se ha vuelto a festejar en este lugar ninguna otra boda.
Un amigo de la novia ha asegurado que ella está encantada y muy agradecida con el gesto tan especial que ha tenido Isabel II. Otra fuente cercana a la familia ha contado en el mismo medio de comunicación que la reina no quiere que Beatriz «sufra de ninguna manera los problemas que tiene su padre».
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