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Alberto II de Bélgica ha reconocido la paternidad de Delphine Böel, la mujer belga de 51 años que, desde finales de los 90, reclama ser hija ilegítima del padre del rey Felipe de los belgas y, por tanto, hermana del actual monarca.
El reconocimiento ... llega tras las pruebas de ADN a las que le obligó un juez so pena de tener que pagar una multa de cinco mil euros diarios. «Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señora Delphine Böel», comienza diciendo el comunicado emitido por los abogados de Alberto y en el que no hay rastro de disculpa ni arrepentimiento por haber obstaculizado desde hace años el deseo de reconocimiento de su hija.
El monarca, que abdicó en 2013 pero conserva el título, apunta que tras el nacimiento de Boël evitó involucrarse en su educación y no participó en ningún otro aspecto de su vida para respetar los lazos de su hija biológica con su padre legal, el industrial Jacques Boël, que la crió como una hija pero la desheredó cuando acudió a los tribunales.
Precisamente es en este punto en el que Alberto lanza su particular pulla: «Más de cuarenta años después, la señora Delphine Boël ha decidido terminar su vínculo afectivo con su padre y cambiar de familia».
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