La capital de la comarca de Laciana nos espera. Del oscuro pasado teñido por el negro carbón han pasado a un frondoso verde que pintan sus paisajes. Este enclave esconde tradición, gastronómica y naturaleza. Un lugar propicio para perderse que hoy vamos a conocer.
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Villablino es la cabeza de comarca de una zona que siempre ha estado ligada al carbón. Ahora con el cierre de las minas este enclave tiene mucho que ofrecer. Ríos, valles, monte decoran esta zona para ofrecer un paraíso natural que se complementa con su amplia gastronomía.
El turismo rural ha sabido ganarse terreno en esta zona, una amplia oferta de ocio y tiempo libre hace que perderse en este paraje cada vez esté más solicido. Cualquier estación de año es buena para venir a este lugar, el invierno para los amantes de los deportes de nieve al tener la estación de Leitariegos muy cerca o en verano para disfrutar de sus rutas o de deportes acuáticos en el embalse de Las Rozas.
La gastronomía juega un papel importante. Son muchos los manjares típicos de esta zona que sirven para recargar las pilas después de una buena actividad. Esta zona en la que predominaba el pastoreo ha dejado en herencia productos típicos de esta vida. Mollejas, caldereta de cordero, embutido y algo típico de León pero elaborado de manera diferente la cecina. Aquí, además de comerla curada la ofrecen rebozada.
La herencia del pasado deja un bonito recuerdo en el presente y museos como la mantequería de Sosas de Laciana así lo corroboran. La única lechería hidráulica artesanal que persiste en España, cuna de la industria láctea leonesa se encuentra en esta zona. La lechería de Sosas «la Popular» se levantó en 1920 mediante facendera. La mantequilla (manteiga) se comercializaba por toda España de la mano de Mantequerías Leonesas.
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La actual Junta Vecinal ha restaurado la lechería. Como resultado, la lechería de Sosas se encuentra ahora en perfectas condiciones para elaborar mantequilla, tal como lo hizo durante el pasado siglo, para así poderla disfrutar en este siglo.
El oso pardo es uno de los animales que convive en esta zona. Una especio que con el paso de los años ha visto aumentar el número de ejemplares hasta tal punto que ahora es factible verlo. Son muchas las rutas perfectamente adaptadas para el visionado de oso, que se realizan sin entorpecer la vida de este animal.
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Villablino es una ciudad verde, en el que cualquier estación le sienta bien siendo un reclamo de turistas en busca de tranquilad y actividades que solo se pueden realizar en este paraje.
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