Los pueblos con encanto de León

Con una riqueza cultural y patrimonial tan extensa como su territorio, la provincia leonesa reúne multitud de pueblos con un encanto especial. leonoticias acerca una recopilación de algunos que, sin duda, merecen una visita en una jornada de verano.

Descubrir Sahagún es descubrir un verdadero tesoro. Y es que esta villa al sur de León encierra nueve de siglos de historia, cultura y arquitectura. De la mano de Alfonso VI, Sahagún se convirtió en un foco cultural, así como en un fuerte centro religioso y económico en los ss. XII y XIII, lo que atraería a ella a los musulmanes que permanecían en territorio cristiano durante la Reconquista. Un hecho que explica la explosión del mudéjar en Sahagún y que se puede disfrutar en varios monumentos en esta tierra cuna y panteón de Reyes, Santos y Sabios.

La Iglesia de San Tirso XII, es uno de los templos más representativos del románico-mudéjar leonés y en la actualidad acoge un museo de arte sacro. También se puede visitar el Monasterio de San Pedro de las Dueñas, un monasterio benedictino data de finales del s. X y principios del XII y que guarda una talla de Gregorio Fernández. La Iglesia de San Lorenzo lleva el sello de los maestros mudéjares y es una de las mejores muestras de este estilo de carácter híbrido, ya que cuenta con elementos románicos, góticos y musulmanes. Otro de los edificios imperdibles es el Santuario de la Peregrina, que dada su fecha de construcción en el S.XII deja apreciar más elementos del gótico. Y para concluir la ruta mudéjar, se puede visitar la Ermita de la Virgen del Puente, que junto al río Valderaduey y un puente medieval es un ejemplo de modelo simplificado de mudéjar facundino.

Otro de los atractivos de Sahagún son sus dulces, elaborados por las hermanas del Real Monasterio de San Benito del Real de manera artesanal a través de secretas recetas que han atesorado a lo largo del tiempo. Las galletas de hierro o los amarguillos, que se pueden adquirir en el propio monasterio, pondrán el broche dulce a una jornada en Sahagún.

En la comarca de La Tercia, Villamanín se abre paso para ofrecer una parada obligatoria en una zona donde el aire puro entra directamente a los pulmones. Este municipio pertenece a la Reserva del Alto Bernesga, una de las siete con las que cuenta la provincia leonesa.

La ruta más destacada aquí es la conocida como de 'Las tres marías', por el dibujo que realiza en el horizonte con sus picos que rozan los 2.000 metros de altitud. Se trata de un trayecto circular que se inicia en Casares de Arbás, avanza por el territorio de Villadangos de Arbás, y regresa a su punto de origen. Este trazado se encuentra perfectamente señalizado y, además, se trata de una PR -pequeño recorrido- que está homologada por la Federación de Castilla y León de Montaña y Senderismo.

Las vistas del Valle de Arbás constituyen un paisaje único en el que el lago de Casares ocupa el centro del llano. Una panorámica única en la provincia marcada por su diversidad paisajística, con pastizales de alta montaña donde habita el rebeco y diferentes aves; y abedulares y bosques de galería.

El buen comer y su cercanía a Asturias caracterizan también a este municipio en el que perderse recorriendo sus montañas y disfrutando de sus amplios pastos y colores.

Entre los ríos Órbigo y Esla se encuentra Laguna de Negrillos. Un paraje natural repleto de actividad donde disfrutar de un entorno tranquilo. Los veranos se llenan de vida en esta localidad en la que no faltan servicios como bares, tiendas o restaurantes.

La historia marca el presente de este enclave, concretamente el Castillo de los Quiñones. Este monumento que data del siglo XII llama la atención a todos los turistas que llegan a la zona. Sus paredes que se encuentran rehabilitándose divide al pueblo en dos barrios. El castillo, fue declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 1949 y desde 1993 es propiedad municipal.

Además, dos templos de importante valor históricos completan la lista de monumentos de esta localidad, la Iglesia de San Juan Bautista del siglo XV y la Ermita de Nuestra Señora del Arrabal del siglo XI.

A pesar de que este año las fiestas de verano están suspendías, las actividades no cesan. Las rutas de senderismo, son completadas por las piscinas y pos sus vecinos que marcan el ritmo de un pueblo que tiene mucho que ofrecer.

Situada sobre el río Casares, Geras se erige entre las grandes hoces y los grandes picos calizos, lo que dan ese inconfundible aire alpino, al tiempo que le confieren una fotogenia reconocida por los visitantes.

Geras es uno de los muchos entrañables y típicos pueblos del norte de León que, a menudo, queda incomunicado en invierno y donde el tiempo pasa de una forma diferente y lenta. Podría ser un pueblo más, pero para los amantes de la montaña contiene dos motivos de peso para ser visitado: sus embutidos y salazones y su espectacular hayedo.

El pueblo, por su parte, conserva un puñado de casas de típica construcción montañesa. El hayedo escalonado vigila el pueblo, compartiendo espacio con el roquedo calizo, simulando unas montañas grises en miniatura que acrecientan la belleza y el colorido del bosque.

Este hayedo es un bosque con solera, declarado Punto de Interés Biológico de nivel nacional, perteneciendo a la Red Natura 2.000 y al Lugar de Interés Comunitario Montaña Central.

Recientemente, se han construido unas señales de madera para marcar 15 rutas de senderismo en todo el pueblo. Una iniciativa que recupera los caminos de pastores y ganado hasta las praderas y los bosques donde obtener recursos forestales —suertes de leña para los vecinos, entre otros— y caza —el coto tiene interés para los aficionados—, en la localidad que más extensión aporta al municipio de La Pola de Gordón, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga.

Enclavado en pleno Camino de Santiago, Hospital de Órbigo propone un regreso en el tiempo al caminar por las calles empedradas y atravesar su conocido puente de Passo Honroso. Aquí son famosas sus conocidas Justas Medievales, que trasladar a toda la localidad a un ambiente de fiesta y unión en torno a su tradición más arraigada.

El aura medieval que rodea a Hospital tiene su máximo apogeo en esta época de celebración, donde todo se convierte y se ambienta en la época para conmemorar sus raíces.

Como plato gastronómico de referencia se encuentra la trucha del río Órbigo, que puede degustarse en diferentes variedades como su deliciosa sopa, al horno o escabechada.

Un ambiente relajado y tranquilo en el que poder recorrer sus amplios campos y disfrutar del mágico silencio que rodea este enclave. Una localidad acostumbrada a la hospitalidad, que recibe a miles de peregrinos que cada año atraviesan el Órbigo camino de Santiago.

Un encanto y atractivo únicos en Hospital de Órbigo, donde su pasado y su presente tiene mucho que contar.

La belleza se presenta en Crémenes. Este municipio que pertenece al Parque Regional Picos de Europa esconde un sinfín de actividades para realizar en plena naturaleza. Son muchas las rutas que transitan por sus montes llenos de hayedos, robledales, abedulares, encinares, sabinares o rebollares que son completados por pastizales y pequeños ríos y riachuelos que bañan y refrescan la zona. Los 14 pueblos que conforman esta localidad guardan grandes tesoreros dispuestos a mostrarlos en esta época estival.

El turismo de naturaleza y ocio es completado por un pasado arquitectónico. La mano del hombre se ha dejado notar sobre todo en pueblos como Lois donde su 'Catedral Rosada' despierta la atención de todos los visitantes. De estilo barroco tardío, limpio de ornamentos, sobresale entre las casas como una gran joya, y su calidad arquitectónica resulta excepcional en un lugar tan remoto. Cubierta por una bóveda de cañón y una cúpula de media esfera, conserva varios retablos que se realizaron en la misma época, además de piezas de orfebrería de diversa procedencia. La capilla dedicada a la Virgen del Pilar fue reservada para la familia del donante, Don Juan Manuel Rodríguez Castañón.

La gastronomía también está presente en el carácter de esta zona. La caza y el ganado marcan la cocina de este lugar. Disfrutar de una buena carne rodeado de los mejores paisajes es uno de los placeres que este enclave ofrece a diario.

Esta zona es un lugar para perderse; la tranquilidad y el descanso unido a una gran cantidad de actividades hacen de este enclave un lugar propicio para pasar el verano

Riello encierra un espacio natural inigualable a escasos kilómetros de la capital leonesa. Un enclave que esconde fauna, flora y patrimonio cultural. Declarado en el año 2005 'Reserva de la Biosfera', los 42 pueblos que conforman esta localidad guardan cada uno de ellos su particularidad riqueza.

Riello es la cabecera de comarca. Cultura y tradición mezcladas en un lugar en el que todavía se puede ir al 'mercado' todos los primeros miércoles de cada mes o disfrutar del antruejo tradicional de la mano de los zafarrones.

El río Omaña atraviesa Riello deslizándose entre las ramas de las orillas y creando prácticamente galerías entre los bosques, dando lugar a una biodiversidad única propicia para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.

Cantidad de rutas se han establecida esta zona para disfrutar del ocio de montaña. Una de ellas es la que te lleva al Cueto Rosales un lugar donde se puede vislumbrar una panorámica sin igual. Se trata del punto más elevado de la zona, a 1.550 metros de altitud, donde los valles rodeados de robledales que dibujan un colorido paisaje de esta maravilla de la provincia de León.

El verano más natural y refrescante te espera en este lugar donde sus gentes te acogerán para enseñarte todos los tesoros de este enclave.

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