Toral de los Guzmanes: entre piscinas y botijos

Si algo tienen los pueblos pequeños es el encanto de su gente. Y eso pasa en Toral de los Guzmanes, poco más de 500 vecinos conforman su población. Sin embargo, su alcalde, Miguel Ángel Fernández, intenta que todos tengan su lugar. Y lo consigue, por ejemplo, con las actividades «para mayores y para más pequeños» que se pueden disfrutar en la tranquila piscina de la localidad.

«Total sobre todo ofrece hospitalidad» es lo primero que destaca Miguel Ángel, que continúa presentando «una serie de actividades con las que hemos intentado ocupar prácticamente todos los fines de semana del mes de julio y del mes de agosto».

Y lo ha conseguido, a lo largo de todo el verano quien hasta allí se acerque podrá disfrutar de la ya típica fiesta de la espuma, que se ha convertido en un clásico de cada verano, de cursos de educacion física, ludoteca, concurso de puzzles y los indispensables cursos de natación.

En un principio los cursillos se dividían de 12.00 a 13.00 para adultos y de 13.00 a 14.00 horas para los niños, sin embargo, debido a la gran demanda, Miguel Ángel cree que van a tener que «hacer dos grupos porque hay muchísimos niños que quieren venir a natación» según le ha comentado la monitora que como siga así no dará a basto con tanto trabajo.

Y hasta habrá alguna sorpresa que su alcalde no quiere adelantar para dejar con las ganas a vecinos y visitantes. Pero seguro que no deja indiferente a nadie porque si en algo se está esforzando es en recuperar el tiempo que parecía haberse parado durante los últimos dos años de pademia.

«Vamos a intentar olvidarnos de estos dos años que ya han pasado y hacer que esto vuelva a resurgir y volver a tener visitantes y actividades y que la vida siga para delante» concluyó Miguel Ángel con una afirmación que invita al optimismo.

Y no es para menos porque de vistantes se llena Toral cada verano. No solo en la piscina, también fuera de ella. Todas las parejas apuntadas al concurso de puzzles son de Santa María del Páramo y las distintas exposiciones en su Museo del Botijo son un gran atractivo para los turistas.

Cientos de personas se acercan a ver un museo de récord del que su alcalde no duda en presumir «en el año 97 se gano con 2000 botijos el premio mundial de los Guiness. Ahora tenemos 3200, osea que vamos aumentando, ya no sabemos donde meterlos».

Y así, entre botijos y piscinas disfrutan del verano en Toral de los Guzmanes. Aunque todavía queda tiempo para conciertos o monólogos y para una concentración de motos que cierra la completisima oferta de Toral.

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