Mayores y pequeños: dos generaciones para enseñar y aprender

De esta forma comenzaron a preparar el taller en la residencia dos días a la semana, de la misma forma que lo hacían en la guardería. Finalmente una vez al mes 'los abuelos' visitarían a los pequeños para participar todos juntos de una jornada en la que trabajar unidos y mostrar a sus nuevos compañeros lo que habían aprendido por separado.

«Cada poco nos llevan a verles y ellos se ponen muy contentos», asegura Adela con una sonrisa que deja entrever que a ella también le gustan estos talleres. Una experiencia única para todos que resultó tan bien en las seis ocasiones que se llevó a cabo en 2018 que este año se han propuesto hacerlo una vez al mes.

Dos días a la semana la Residencia Arroyo de Valdearcos de Fresno de la Vega trabaja en los talleres de estimulación cognitiva la temática que se trabaja en la guardería. Este mes fue el turno del otoño.

Canciones, poemas, recortes y diferentes fichas en las que la ayuda mutua es en algunas ocasiones necesaria. «Estuvimos rellenando unos papeles, yo que veo mal era repasar las letras simplemente», empieza Mariano a recordar el taller de la mañana, poco a poco se acuerda de más cosas. «Ponía las hojas del otoño», continua, «había que calcarlas a una hoja que te daban, decian que bien pero yo para mi que estaba mal», y se ríe.

El objetivo principal que se proponen desde la Residencia Arroyo de Valdearcos es promover la interrelación de las personas mayores con los niños y niñas para propiciar posibilidades educativas en ambos grupos. Unas posibilidades educativas que van desde el desarrollo cognitivo hasta el afectivo y emocional, favoreciendo una imagen positiva de la tercera edad alejada de los estereotipos de abandono.

Estos encuentros permiten a los mayores experimentar en el plano emocional, un aumento de su vitalidad, autoestima y sensación de ser todavía útiles para la sociedad. Se reducen también los sentimientos de soledad y aislamiento. A nivel cognitivo, se produce una potenciación de la memoria, aumentan las oportunidades de aprender de los más pequeños y se potencian las habilidades sociales y la empatía.

Por su parte, los más pequeños que interactúan con las personas de edad se forman una idea más positiva y no estereotipada de las personas mayores y del envejecimiento y tendrán menos dificultades para entenderlos.

Una actividad que en los últimos años cuenta con varias iniciativas en toda España que han realizado experiencias similares, por lo que desde ambos centros «nos sentimos entusiasmados de unirnos a estas iniciativas y poder disfrutar de esta experiencia».