La tristeza se apaga para encender la Navidad en La Palomera

Se mascaba día grande en La Palomera. Los vecinos se congregaban en torno a un establecimiento hostelero que permanecía con la trapa echada. A sus puertas, una alfombra roja anunciaba cita importante.

El improvisado escenario en la calle tomaba cuerpo con su elenco. El alcalde y su mujer, el cantaor Carlos Vargas y el 'todólogo' Juan López. Y así lo cercioraba un Papá Noel con dotes periodísticas.

El Café Bar Azaila 1930 volvió a celebrar el inicio de la Navidad en León con la iluminación de su poblado navideño y un espectáculo musical que invitó a todos a echar el primer baile de las fiestas.

La Policía Local cortó la calle para que el público pudiera disfrutar de un «bar pequeño que vosotros hacéis grande», confesaba el hoy hostelero. El acto ha ido creciendo igual que su poblado, y ya mira mucho más alto llegando a pedir el Palacio de Exposiciones en otra ocasión.

Rodeado de amigos, Juan López tuvo palabras de agradecimiento para Carlos Vargas, Ángel Manuel de Vega, y también para Mila, Javi 'el del taller' y el 'guardaespaldas' Chus. Al primer «viva» al alcalde respondió el público.

Y entre palmas, el primer artista, Ángel Manuel, interpretó 'María la portuguesa'. El fado fue el inicio de un espectáculo que continuó Papá Noel recitando el 'El tamborilero' de Raphael.

El protagonista en esta ocasión, en un escenario por el que han pasado El Chivi y Antonio Canales, era un «feliz» Carlos Vargas. El cantaor sevillano reconocía adorar León y a su «buena gente». Con ello entonó 'La amapola'. Más tarde recordó un sentido 'Abuelo' en honor a la abuela de Juan López, que recibirá un homenaje el próximo mes de enero en el teatro San Francisco.

La fiesta la cerró Vargas con 'Viva el pasodoble' en el que los presentes se animaron con el baile, incluido el alcalde José Antonio Diez y su mujer Mary, que luego sumó a la fiesta a Papá Noel.

El regidor agradeció el apoyo recibido y el «color» que este acto daba a estas fiestas. «A veces en León parecemos muy tristes y que todo nos parece mal, y eso no es así. Lo importante son las buenas personas y participar de ello», expuso ante el publico.

Una cuenta atrás de diez segundos acabó por iluminar el poblado navideño que volvía a aparecer repleto de detalles. Las luces brillaron, las atracciones giraban y, como recordó Diez, el escaparate ya espera las manos de los más pequeños para disfrutar de esta atracción visual.

Carlos Vargas recitó -chuleta en mano- el himno de León al que acompañaron los presentes para poner broche de oro al inicio de la Navidad en la Palomera.

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