En La Mata de la Bérbula, el Belén cuelga del techo

En la localidad leonesa de La Mata de la Bérbula, a 39 kilómetros de la capital, hay un Belén que cuelga del techo y se desliza por las paredes.

Un año atrás se mostraba en la fachada de un inmueble próximo a la plaza de la localidad, pero ahora ha dado el salto al interior de una terraza.

Es cruzar la puerta y entrar en un mundo mágico. Y por ahí transcurre la idea de esta edición, conseguir que quien descubra este Belén caiga de lleno dentro de un cuento.

«Esa es nuestra idea, lo que pretendíamos esta año es que la gente se metiera dentro de un cuento, y creo que lo hemos conseguido», asegura uno de los promotores de la idea.

Más de 350 piezas, perfectamente invertidas, ordenadas e iluminadas dan vida a un nuevo conjunto que se quiere convertir en un reclamo para la zona y un atractivo turístico.

No falta detalle, desde los tradicionales personajes hasta la noria invertida, un castillo que parece descolgarse lentamente, los reyes magos avanzando con sus camellos como si tuvieran un imán en sus pezuñas, labriegos, un desierto de inmóvil área o el avance de un río cuyas aguas se pelean con las leyes de la gravedad.

El impulso ha llegado desde el Bar La Bérbula. Alvaro, Alberto, Fran y Manu han empleado más de tres semanas en reconvertir el espacio dedicado a la terraza a un espacio para un Belén invertido.

Al resultado final aún le quedan algunos remates, especialmente en la iluminación, pero ya se aprecia el conjunto. Tanto, que son decenas las personas que cada jornada acuden para fotografiarse en un Belén singular, especial y único en la provincia.

«Nos faltan detalles, pero se completarán en apenas unos días. También nos faltan detalles en la decoración del exterior del bar», insiste Fran, quien se muestra orgulloso del resultado final.

Como en ediciones anteriores toda la localidad se ha volcado en arropar este escenario navideño y no faltan las pacas decoradas por las calles y los renos navideños levantados sobre madera para orientar al visitante hasta el punto en el que se ubica el singular acto navideño.

La realidad del Bar La Bérbula supera la imaginación de los más soñadores con su Belén. «Le ponemos ilusión», insiste Fran, quien asegura que ya tiene «en la cabeza por dónde debe ir el Belén del próximo año. Tenemos en mente algo espectacular, aunque hay que ir paso a paso y lo primero es el actual».

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