Los vecinos de Riello han tenido que correr y tener mucho cuidado. A última hora de la tarde los Zafarrones han tomado el pueblo. Armados con antorchas de fuego y horcas han perseguido a los vecinos de la Omaña por las calles de la localidad ... hasta conducirles a la plaza de la iglesia. La zafarronada se centró en torno a una hoguera, delante de la plaza con un doble fin: calentarse y encender las raíces de urces de los 'zafarrones'.
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El Carnaval en Riello es tradición, folclore, carácter popular y sobre todo mucha historia. Los antruejos han revivido el espíritu de tradición de una comarca perdurando con el paso del tiempo a través de las mascaradas.
Al son de los cencerros los zafarrones llegaron recorriendo las calles portando ramas y raíces. Y así comenzó la celebración de la tradicional fiesta de invierno o de Carnaval en tierras Omañesas.Una cita a la que también acudieron algunos de los antruejos de Llamas de la Ribera en un acto de hermanamiento de las tradiciones más ancestrales y populares de la provincia.
Ataviados con caretas de piel de cabrito, vestidos con enaguas blancas, pieles y zamarras. Los zafarrones representan el caos invernal y el mal con sus manos retorcidas y las ramas.
Junto a ellos, el toro, el torero, el ciego, el lazarillo, el abanderado o las gitanas, los otros protagonistas que forman parte de la extravagancia de este carnaval y que han vuelto a recorrer las calles de esta localidad a la luz de la hoguera prendida delante de la Iglesia.
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