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Arrimadas resiste pese al batacazo electoral y promete «relanzar» a Ciudadanos

Arrimadas resiste pese al batacazo electoral y promete «relanzar» a Ciudadanos

Elude la autocrítica tras el batacazo en Madrid y premia a Edmundo Bal con el ascenso a número dos del partido

Miércoles, 5 de mayo 2021, 13:42

«Seguimos trabajando porque este proyecto merece la pena». Inés Arrimadas no se va a rendir después de cosechar otra estrepitosa derrota electoral que condena a Ciudadanos al ostracismo en la política madrileña. La líder de los liberales se resiste a dar por muerto al ... partido y seguirá peleando por recuperar su espacio, en el que se ha instalado el PP tras absorber de un plumazo a casi todo su electorado. Con esta tesis, ha convocado para el próximo julio una convención política nacional, no un congreso, con el objetivo de escuchar a la militancia y contraponer ideas para tratar de «relanzar» su proyecto de «centro liberal». «Somos más imprescindibles que nunca», justificó ante el comité permanente del partido.

Con tres derrotas electorales a sus espaldas en apenas un año –el mismo tiempo que lleva al frente de la formación–, Arrimadas no ve necesario emprender grandes cambios en la cúpula ni en la estrategia política de Ciudadanos. Aunque este miércoles reconoció el batacazo sin paliativos que sufrió el partido en las elecciones madrileñas de este martes, en las que pasó de 26 escaños a quedar sin representación en el Parlamento regional. Pese a ello, la líder naranja eludió hacer autocrítica. Atribuyó el nuevo resbalón en las urnas a la «polarización» y aseguró que «defender el centro político nunca ha sido fácil».

Tampoco hubo ceses ni dimisiones. Todo lo contrario, Arrimadas promocionó a Edmundo Bal, y a Daniel Pérez, secretario de Comunicación del partido y líder de Ciudadanos en Aragón, como vicesecretarios generales. Los dos han sido recompensados por su «compromiso incuestionable» y su trabajo en la campaña electoral que, pese a no ser suficiente para alcanzar el 5%, sí ha recibido el reconocimiento generalizado dentro de la formación e, incluso, por parte de algunos exdirigentes que ya están fuera.

Bal, que será el número dos del partido, y Pérez reemplazan a Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra, que dejaron sus cargos después de que los pésimos resultados en Cataluña y la fallida moción de censura en Murcia abrieran una grave crisis interna que sigue amenazando con llevar a Ciudadanos a la desaparición.

Cierre de filas

Esta vez, la presidenta cuenta con el respaldo de toda la ejecutiva que ayer cerró filas con ella. Le quitan responsabilidad porque no puede seguir pagando los errores de «una herencia envenenada» de Albert Rivera y alegan que está imprimiendo su propio sello para volver a los orígenes del partido y recuperar el espacio de centro perdido, que Ciudadanos abandonó en las elecciones de 2019 al intentar sustituir al PP.

Pero ese rol de bisagra que los liberales han asumido durante la pandemia, apoyando al PSOE en cada una de las prórrogas del estado de alarma e incluso sentándose a negociar los Presupuestos, no ha sido del todo entendido por un sector del partido ni tampoco por la mayor parte de sus votantes, que veían con inquietud como se escoraban a la izquierda mientras gobernaban con la derecha. Tampoco es de fácil explicación la carambola murciana que acabo con un gol en propia puerta que se llevó por delante dos gobiernos autonómicos y desembocó en el adelanto electoral en Madrid, y que para muchos ha terminado por dar la puntilla a Ciudadanos.

El riesgo de extinción, como le sucedió a la UCD, al CDS o a UPyD, es evidente. Pero Arrimadas no está dispuesta a tirar la toalla. Insiste en que sólo lleva un año al frente del partido y pide tiempo para implantar su proyecto frente a quienes le piden convocar un congreso cuanto antes. «Hace un año iniciamos una nueva etapa, que ha coincidido con la pandemia. Pero ahora que estamos en la fase final de la pandemia –aseveró– es el momento de relanzar el centro liberal en España».

En su empeño por intentar reflotar el barco, la presidenta emprenderá una gira por las 17 comunidades autónomas para abrir un «proceso participativo con la militancia» y reconstruir Ciudadanos «de abajo a arriba». El resultado, apuntó Arrimadas, «tendrá que reflejarse» en la convención de julio. Un paso con el que la dirigente confía en zanjar la crisis y mirar a un futuro sin elecciones previstas a corto plazo.

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